Por Hernán de la Cruz Enciso (*)
Hace unos días, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela asumió temporalmente las competencias de la Asamblea Nacional ante el desacato del poder legislativo. Frente a los hechos, los “medios de difusión masiva” nos sirvieron de inmediato un menú muy variado, principalmente noticias risibles por contradictorias. “¡Ruptura de la democracia en Venezuela!”, dijeron en grandes titulares. Solo unos días antes, esos mismos medios habían dicho que en Venezuela no hay democracia política; y si no lo había —como decían—, ¿entonces cómo se produjo la ruptura? (Antes de continuar debo aclarar que no son “medios de comunicación”, pues comunicación es diálogo libre, horizontal y comprensivo entre interlocutores, imposible de realizarse con masas sino entre dos o pocas personas. Los diarios, la radio, la TV, el cine, internet, etcétera, son medios de difusión o información masiva: vertical, manipulada y dominada por empresas, gobiernos, iglesias, desconocidos y similares).