Carta ética a los maestros y maestras de la esperanza
Por David Auris Villegas*
En cuclillas al pie del último algarrobo leí esta sencilla misiva: queridas maestras y maestros, los urgentes problemas de la humanidad demanda a manera de un edicto global, salvaguardar esta única nave, la mamapacha, a través de nuestras acertadas acciones, discursos ético e inconmensurable arrojo pedagógico. Aunque pertenecemos a la comunidad de profesionales vapuleados y menospreciadas en casi todo el mundo, aceptemos este desafío con mística revolucionaria pedagógica, generando confianza masiva en el provenir con la convicción de disfrutar una alborada colmada de esperanzas.