Confusión conyugal
Por Eduardo González Viaña
En el avión desde Los Ángeles, me ocurrió algo que me ha parecido idéntico a la situación política del país.
Al tomar el lugar que me correspondía, di las buenas noches a mi compañera de asiento, pero ésta resultó ser una señora algo malgeniada o quizás muda que volvió la cabeza hacia la ventana.