Ecos castrenses al final del 2014
Capitán Eloy Villacrez
La punta del iceberg. El General Leonel Cabrera, Jefe del Comando Conjunto de la FA, fue cesado el último día del 2014, simplemente porque OHT le perdió confianza.
Capitán Eloy Villacrez
La punta del iceberg. El General Leonel Cabrera, Jefe del Comando Conjunto de la FA, fue cesado el último día del 2014, simplemente porque OHT le perdió confianza.
Por Herbert Mujica Rojas
¿Qué diferencia a un ratero de cuello y corbata, de esos que viajan con frecuencia, gastan dinero de los contribuyentes, no pelean nada por el Perú y acumulan millaje en los aviones, con los cacos y monreros criminales que pululan por todas las calles del Perú? ¡Francamente nada! Son idénticos, sólo que unos son más galanos e instruidos que los otros. ¡Claro que en cuanto a depredar y pervertir la vida diaria, ambos especímenes, son parte cancerosa del cuerpo social del país! Estos malos funcionarios son ¡ladrones a tiempo completo!
Gustavo Faverón
El escolar peruano promedio lee poco, no lee cosas interesantes y no entiende mucho de lo que lee. Las razones abundan y las más obvias son la pobreza de nuestro sistema educativo, la catastrófica vacuidad de nuestros medios de comunicación y la manera activa en que la sociedad peruana desprestigia las actividades intelectuales.
La corrupción no tiene credo, ideología, ni raza.
Mg CPCC Luis Alberto Latìnez Carpio*
Los que siempre han incentivado la corrupción son los grupos de poder y los vinculados a la derecha.
Germán Gorraiz López*
Análisis de los elementos racionales que intervienen en el proceso educacional y su evidente falta de interconexión, plasmada en las endémicas tasas de fracaso escolar y en la escasa o nula implicación de las autoridades educativas.
Por: Wilfredo Pérez Ruiz (*)
Hace unos días se efectuó la juramentación del recientemente electo alcalde capitalino y de su cuerpo edilicio. El escenario escogido fue el imponente y tradicional Teatro Municipal de Lima, cuya impecable remodelación realza este fastuoso monumento histórico y cultural de la ciudad.
Herbert Mujica Rojas
En las próximas horas, gracias a las tareas de ACNUR, agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, el señor Martín Belaunde Lossio, gozaría de esa credencial por la que ningún gobierno podría entregarlo ni ponerlo a disposición de alguna solicitud de captura o requisitoria de cualquier especie. El régimen boliviano que preside Evo Morales que estuvo en Lima hace pocos días, no podría hacer nada frente a una realidad puntual. Es bueno recordar que la visita de Morales al presidente Humala acabó sin manifestación de ninguna especie.
Por Tankar Rau-Rau Amaru
Dicen de nuestro país que avanza a pasos de velocista hacia el Primer Mundo. Que aquí la pobreza, el analfabetismo y la desnutrición son asunto del pasado. Que, en cuanto a crecimiento económico, somos la envidia de todos los países del planeta. ¿Quiénes dicen eso? Esos políticos tradicionales que sirven a los que desde siempre han controlado los hilos del poder para beneficio de grupo. Creen, pues, que los peruanos somos bestias (las bestias no razonan y sólo saben de tres cosas: comer, defecar y aparearse) y están seguros de que vamos a tragarnos las mentiras con que nos bombardean todos los días desde sus medios de difusión masiva (MDM). Esos políticos tradicionales deberían responder, primero, estas preguntas: si es verdad tanta maravilla, ¿por qué hay miseria en los pueblos a pesar de que nuestro país es uno de los países más ricos del mundo, desde el mar hasta la selva (peces, petróleo, gas, oro, plata, cobre, agua dulce, madera, variedad de climas, tierras fértiles)? ¿Por qué no hay trabajo para todos, solo cachuelos, y por qué se van del país todos los años más de 150 mil peruanos, sobre todo los jóvenes, si la potencialidad de nuestro país (dando valor agregado a las materias primas) alcanza para dar trabajo digno a más de 100 millones de personas (somos apenas treinta millones de habitantes)? ¿Por qué miles de profesionales de primer nivel, para sobrevivir hacen taxi en las ciudades? ¿Por qué hay mendigos en las calles y niños vendedores de caramelos en los buses? ¿Por qué nos hemos consagrado en el último lugar en deportes, nutrición y educación? ¿Por qué la justicia es sólo para los que tienen dinero, y aquellos inocentes que no lo tienen deben pudrirse en las cárceles? ¿Por qué la corrupción generalizada en el aparato del Estado? ¿Por qué los jóvenes se refugian en el alcohol y en las drogas? ¿Por qué control de natalidad cuando aquí hay espacio para trescientos millones de personas? ¿Por qué hay guerra del agua en casi todos los departamentos? ¿Por qué tanta delincuencia y las cárceles llenas de presos? ¿Por qué se persigue a los dirigentes con juicios? ¿Por qué estamos cada vez peor después de veinte años del mismo modelo económico? ¿Por qué nuestros soldados son simples guachimanes con uniforme, sin formación humanista o técnica, cuando deberían ser los profesionales de las armas que nuestra Patria necesita para mantener su integridad? ¿Cómo es que convertimos a los policías en un batallón de pordioseros, que ante el abandono del Estado salen a las calles y a las carreteras a buscar limosna con el pretexto de pedir documentos de vehículos y personas? ¿Somos todavía dignos de llamarnos peruanos, o somos ya extraños en nuestra propia casa?
Carlos Miguélez Monroy*
“Si juntáramos en un mismo espacio a las 630.000 personas mayores de 65 años de Madrid —el 20% de la población—, podríamos hacer una nueva ciudad que sería en España la sexta más poblada”, decía hace unos meses Lola Navarro, delegada del Área de Gobierno Familia y Servicios Sociales y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Madrid.
Manuel Dammert Ego Aguirre
Las marchas ciudadanas, de mayoría juvenil, del 18, 22 y 29 de diciembre, han bautizado la generación del Bicentenario, haciendo crujir a la plutocracia neoliberal y su gobierno sometido. El rechazo ciudadano ha declarado muerta la ley de semiesclavitud juvenil. Pero el Gobierno, busca imponerla contra el país, y también el conjunto del paquete neoliberal de precarización social y saqueo nacional. Está abierta la perspectiva del aglutinamiento social y político de fuerzas progresistas, patrióticas y ciudadanas, que por la vía del sufragio abra un nuevo curso democrático a la nación. Haciéndole frente, la ciudadanía, con los jóvenes, se alista un paro nacional y diversas movilizaciones.