Fiesta de Virgen de la Candelaria, el más grande desborde cultural del Perú moderno
por Plinio Esquinarila; Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Danza liberó al altiplano de la marginación y el sufrimiento desmedidos.
De acá a 10 años la ciudad de lago ya no podrá albergar a tanto danzarín y devoto de la Mamita.
Cuando en la madrugada del primero de febrero, el alferado subía al cerro Azoguini, que vigila la ciudad del lago, Puno, con los músicos e invitados, daba comienzo -con ese ritual- a una nueva edición de la más grande fiesta patronal del Perú y una de las más representativas del Latinoamérica: la Festividad de la Virgen María de la Candelaria. Esto no sólo por la música y el folklore, que se derrochan a raudales en la danza, sino por su alto contenido religioso, cultural y etnológico, una especie de puente de plata con los ancestros del pasado de la cultura andina en general y colla en particular.