Su majestad La Coima
Herbert Mujica Rojas
Nada hay que motive, dinamice, impulse, motorice y lubrique más el aparato económico del Perú y sus decenas de millones de habitantes que La Coima. En su culto, burócratas, de capitán a paje, parlamentarios, ministros, gerentazos, presidentes y ex mandatarios, han tributado homenajes al latrocinio y al saqueo por casi 200 años. Casquivana, La Coima, atrapa sin remedio y hasta provoca suicidios pusilánimes a sabiendas que muerto el perro se acaba la rabia. (Ya no hay caso penal).