Trata de personas: lenidad con los proxenetas
Se ha conocido el reciente caso de dos menores de edad que —aparentemente engañadas— habían sido traídas de Iquitos a Lima, con el fin de trabajar como meseras en restaurante o como empleadas del hogar. Apenas llegadas a Lima, las retuvieron en un hostal y de allí las pasaron a un local de masajes, en el que también se ejerce la prostitución. Por suerte una de las adolescentes pudo llamar a su familia, que a su vez se comunicó con un pariente que vive en Lima y que personalmente intentó rescatar a las jóvenes. Viéndose descubiertos, con gran desparpajo los proxenetas respondieron que las soltarían sólo si les devolvían el dinero gastado en traerlas de su tierra. El familiar, entonces, denunció el caso a la policía, la cual intervino, liberó a las chicas y detuvo a los conductores del local.