francisco 8Por Eduardo González Viaña

Acababa yo de cumplir veinte años de edad cuando gané las elecciones a la Federación Universitaria de Trujillo con más del noventa por ciento de los votos en cada una de las facultades de nuestra casa de estudios… pero no en todas…

Herbert Mujica Rojas

Todos los años se producen quebraderos de cabeza, agudos, atroces, en el proceso de ascensos de Cancillería. Unos trepan por muy cuestionables conceptos y otros, con largueza y tiempo de preparación esmerados se quedan en el grado porque son postergados.  

Torre Tagle

La prensa escrita, radial y televisada tiene la obligación de estar pendiente y que este 2015 no se repitan los ascensos con el signo de escándalo y oprobio de los años anteriores. Que los primeros en méritos, asciendan por los mismos. ¡Abajo la compadrería y el favoritismo!

La diplomacia debe entenderse como una línea de defensa de la Patria y sólo deben formar la vanguardia aquellos que lo merezcan y con enorme capacidad comprobada, científica y en el desempeño.

¡Atrás deben quedar las manipulaciones, simpatías y las órdenes de mandones que entienden poco o nada de una carrera que merece la confianza ciudadana que paga además sus sueldos, sólo si alcanzan las cúspides de excelencia en la inequívoca defensa de los fueros de la Patria! Es por ese favoritismo que la Cancillería está tan desprestigiada ante la opinión pública.

El sistema actual de ascensos, está profundamente viciado con la aplicación arbitraria de la mal llamada Nota 3, de concepto, que tiene un valor de 3 sobre 10, pero que nadie sabe cuáles los criterios usados aparte del conchabo y bajo cuerda.

La Comisión de Ascensos suele obedecer mandatos de las más altas autoridades de la propia Cancillería y de fuera de ella, personajes políticos que ejercen presión, y se alteran  sustantivamente los cuadros de méritos que arrojan notas que son objetivas: 1) rendimiento profesional y 2) perfeccionamiento académico. Estas dos notas valen 7 de un total de 10. La nota de concepto que altera todo, que es oscura, arbitraria y favorecedora de los que ascienden, solo vale 3. Al final ésta decide con prevalencia y preferencia.  

La mal llamada nota de concepto enturbia el ascenso. No obstante que un funcionario alcanza los primeros lugares, por la suma de las notas 1 y 2, puede no ascender por la aplicación abusiva de la nota 3.

Curiosamente, con la nota 3 la Comisión de Ascensos va a “subir” a funcionarios con los más deprimentes puntajes y al mismo tiempo “bajar” a los que están primero. De este modo, la nota 3 favorece a unos y a la vez penaliza a otros. Los más mediocres suben y los más capaces, bajan.

Modificación del proceso   

1. Los ascensos deben darse con la sola aplicación de los méritos profesionales y académicos comparando los resultados en la carrera de los funcionarios, viendo cada foja de servicios, con plena transparencia. Ascenso exclusivamente sobre méritos. Debemos tener un Servicio Diplomático en donde impere la norma que los más capaces tienen que ascender.

2. Recoger el principio de la antigüedad calificada, por el cual 20% de los funcionarios aptos debería ascender. De este modo se reconoce el esfuerzo, sacrificio, energía y tiempo ofrecidos al Servicio.

3. Dar real valor a las notas 1 y 2 por ser ambas absolutamente objetivas.

De este modo, los ascensos se producirán más sobre la base de los méritos, carrera profesional y desarrollo académico.

4. Fin definitivo a la manipulación de los ascensos con la mañosa Nota 3.

En ese sentido, aplicando un criterio de objetividad, de un total de 10, éstas son las ponderaciones que deberían asignarse a las tres notas:

La nota 1, que es objetiva, debe mantener una ponderación 5. Es la nota de los jefes directos del funcionario sobre la base de sus resultados profesionales.

La nota 2, es la más objetiva, porque está basada en requerimientos cuantificables y comprobables. Por eso debe tener valor de 4. Esta nota se refiere a numerosos criterios que el funcionario debe cumplir para alcanzar el máximo posible y a la que las generaciones jóvenes, con loable propósito de superación, dan debida atención. Al respecto, es largo el listado de exigencias académicas que se van acumulando y sustentando unas a otras, a saber: Academia Diplomática, estudios profesionales, diplomado, programa especializado, maestría, doctorado, idiomas, publicaciones, libros, artículos académicos, investigaciones, actividad docente.  

Se sabe con largueza de datos que personajes que nunca han hecho estudios, hasta quieren eliminar esta nota, lo cual es realmente inaudito en un Servicio del Estado de excepcional importancia tanto en paz como en guerra.

El sustento para incrementar debidamente la ponderación de esta nota 2 como valor de 4, parte del propio ordenamiento jurídico, Decreto Legislativo Nro 276, Ley de Bases de la Carrera Administrativa, Artículo 11, en el que se establece que la capacitación académica debe ser tomada en cuenta en la promoción de los servidores públicos y que todo proceso de promociones debe ser transparente y basarse en la meritocracia.  

El perfeccionamiento académico y su calificación es un criterio extendido en toda institución que se respeta, ocurre en un sinnúmero de servicios diplomáticos sudamericanos y europeos.

La nota 3, de concepto, que es completamente subjetiva, debe tener valor 1, con la precisión que esta última no podrá variar en 2%, hacia arriba o hacia abajo, respecto del promedio de las notas 1, profesional, + 2, académico. La nota 3 debe convalidar el cuadro resultante de las notas 1 + 2 que representa el puro esfuerzo de los funcionarios o por excepción definir cuando existen diferencias de puntaje infinitesimales. Esta sana práctica de cuantificación ocurre en servicios comparables al peruano.

El fundamento legal está nuevamente en la Ley Nro 29018 que rige los ascensos de los Oficiales de las Fuerzas Armadas y que establece que la Junta Evaluadora (equivalente de la Comisión de Ascensos), tiene una incidencia marginal en la definición de los cuadros de ascensos, solo el 3% del total de la nota.

Por: Wilfredo Pérez Ruiz (*)

Muchas veces escuchamos variadas interpretaciones en relación al protocolo y a sus usanzas y costumbres. Para la inmensa mayoría de hombres y mujeres está relacionado con un conjunto inapelable de formalidades empleadas en actos oficiales. Es decir, se tiende a orientar su utilización en diligencias gubernamentales.

gabinete ministerial octubre 2013

Milagros LeivaPor  Guillermo  Olivera  Díaz*

A mi modesto juicio, el dinero de Milagros Leiva: “limpio, decente y ganado a pulso”, según ella lo cataloga en una declaración hecha ante otro cuestionado  periodista,  Beto Ortiz, ha sido ensuciado con mucho pringue, tornado indecente e ilícito y gastado a impulsos ciegos, en pos de la supuesta noticia que brindaría el entonces prófugo de la justicia peruana, Martín Belaunde Lossio, buscado por delitos y hoy en cárcel. ¡Esa imaginada y esquiva primicia no se debe comprar!

condor 2Por Ubaldo Tejada Guerrero

Como nunca ahora en el Perú, la política debe ser una responsabilidad democrática y ciudadana, que tenga como eje central a nuestro Perú profundo, formado por cientos de miles, por millones de personas, de todas las sangres, que se encuentran construyendo el verdadero rostro nacional, muy lejos de programas redistributivos, que por si solos, a pesar de ser esenciales, no son suficientes para garantizar un crecimiento inclusivo.

Raul WienerPor Eduardo González Viaña

No hay pensadores de derecha en el Perú. La derecha no existe intelectualmente. Ello es obvio porque el capitalismo salvaje sólo puede ser defendido con la bestialidad de la represión, con la pluma bajo salario o con el aullido bestia de la llamada “derecha bruta achorada.”.

Consejos a las autoridades regionales y municipales

 

Vicente Sánchez Vásquez

La economía se desploma. Cuando el faraón consulta a José por sus sueños de las siete vacas gordas y las siete vacas flacas, y éste le previene que son siete años de abundancia y siete de carestía, Egipto pudo “guardar pan para mayo” cuando vino la escasez. Pero en el Perú los años de abundancia ya se fueron y estamos entrando de lleno a la crisis sin haber tomado las precauciones debidas en las épocas buenas.

Por: Wilfredo Pérez Ruiz (*)

 

Un 11 de setiembre de 1973, el presidente chileno Salvador Allende Gossens se suicidó en el Palacio de la Moneda luego de resistir heroicamente —por varias horas y tan sólo acompañado de un puñado de leales colaboradores— el cruento bombardeo de las fuerzas golpistas que, de esta manera, daban por concluida la vigencia de la democracia en el país sureño.

Salvador Allende

nina tabletHerminio Otero Martínez*

Un niño superviviente del accidente de un avión de Spanair en Madrid, en agosto de 2008, resumió la tragedia para bomberos y policías que lo rescataban: “¿Cuándo termina la película?” De tan acostumbrados como estamos a las pantallas comenzamos a contemplar la realidad a través de pantallas interpuestas, fenómeno que Jean Baudrillard bautizó como “efecto pantalla”.