Una tensión democrática
Una tensión democrática
por Daniel Innerarity
Decía Charles Taylor que la democracia es una tensión entre las instituciones y la calle. Junto a la política que podríamos llamar “oficial” discurre todo un magma de procesos que condicionan el mundo institucional. A las tensiones que se siguen de esta coexistencia les debemos que el sistema político se enriquezca. No podemos confiar los avances políticos únicamente a la competencia de sus profesionales. Seguramente la mayoría de las conquistas sociales no fueron ocurrencias de los políticos sino el resultado de presiones sociales concretas. En la sociedad hay una energía que el sistema político requiere para ejercer su función, unos recursos de los que no dispone soberanamente y que a veces incomodan e incluso subvierten el orden establecido, pero que siempre condicionan el ejercicio de ese poder establecido.