Jaime Baily felipillo que ataca a Ollanta desde los EE.UU.
Escribe: Néstor Roque Solís (*)

Hace unos días recibí en mi correo un mensaje que decía que en Venezuela el Estado le quita a sus hijos menores de tres años a sus padres. Igual me enviaron copia de un wáter sin soltar la cadena para decir que así se vive en Cuba. Los remitentes están identificados: pobres y tristes felipillos y malinches del poder  económico, que se contentan con mendrugos y no dicen nada cuando los delincuentes de cuello y corbata ponen en remate los bosques amazónicos, el subsuelo rico en petróleo, los metales de los Andes, el mar de Grau y la dignidad de la Nación.

Las palabras y las cosas
Por Desco Opina

Fernando Belaunde, recordemos, fue el campeón olímpico del gesto. Como nadie, optimizó el uso de este capital político, desde «el manguerazo» de 1955, pasando por «las barricadas» de 1962, el «falso Paquisha» de 1981 o su dramática presencia en Vilcashuamán, en 1982. En suma, su conducta condensaba su programa y lo hacía verosímil porque manifestaba la voluntad personal: comunicar su decisión de enfrentar a Odría, aun cuando el «rochabús» fue suficiente para dispersar a los jóvenes universitarios que había movilizado; decirle a la población que no estaba dispuesto a aceptar los resultados de las elecciones de 1962, a sabiendas que tras los adoquines levantados de las calles de Arequipa no existía la suficiente indignación popular como para que este simple hecho sea visto como desestabilizador; enfatizarles a los ecuatorianos que no se iba a negociar lo que ya estaba zanjado en los tratados internacionales y, sobre todo, a los generales peruanos que ninguno de ellos vendría del frente de batalla con la suficiente fuerza política como para tentar el poder. De la misma forma, logró manifestar, mediante la palabra y el rostro, el desconcierto por no saber lo que sucedía y quiénes eran los subversivos, cuando en 1982 ya habían transcurrido más de dos años del inicio de la aventura senderista.

¿Una izquierda civilizada?

Mario Vargas Llosa  / 1993

Después de lo ocurrido en estos últimos años en el mundo y en propio continente ¿sigue la izquierda en América Latina inmovilizada en la ideología, los dogmas y estereotipos del pasado o comienza a ser moderna?

Por qué no consumir transgenicos
Por Walter Navarro M.

El rechazo al D.S. 003-2011, publicado el pasado 15 de febrero en plena Semana Santa, a iniciativa del Ministerio de Agricultura se masifica. Diversos gremios agrarios así como especialistas exigen su derogatoria. Advierten que el decreto “ha sido impuesto por gestión de funcionarios y asesores del Ministerio de Agricultura directamente interesados en el negocio de las semillas transgénicas”.

El Imperio Contraataca
Por René Galarreta

La semana pasada, algunos personajes como Toledo, PPK y Rospigliosi, cercanos a la embajada de EEUU; o medios como América TV, Canal N, Panamericana TV y Frecuencia Latina y sus periodistas a sueldo, han revivido un aura fujimontesinista con sus posiciones pro sistema. Veamos porqué.
 

Keiko + PPK + El Comercio = democracia cero
Rodrigo Montoya Rojas “Navegar Río Arriba”

Democracia en general quiere decir elegir libremente a los representantes, aceptar los resultados de las elecciones gane quien gane, gobernar con pleno respeto de las normas y derechos de todas las peruanas y peruanas, y garantizar la alternancia en el uso del poder.

Lo que deben saber los jóvenes respecto de PPK

Pedro Pablo Kuczynski es un Rey Midas o el encantador Flautista de Hamellín. Todo lo que toca lo convierte en negocio (Oro, Gas, Petróleo o Electricidad). Primero logra que en el gobierno de Fujimori le den la concesión de Camisea al Consorcio que él mismo patrocinaba (Hunt Oil). Es decir, logró que los US$ 550 millones invertidos por Shell y Mobil, ya en poder de PERUPETRO, se los entregasen a Hunt Oil y asociados totalmente gratis (incluso había pozos que ya producían Gas y Líquidos).

La vieja indecencia
Por César Hildebrandt

El único mérito que puedo concederme en esta vida moteada de algunos éxitos y muchos fracasos, en esta carrera ingrata que me eligió, en este oficio artesanal de tratar de encontrar la verdad que a pocos importa y las mentiras que ya no escandalizan, el único mérito que me concedo, digo, es no haber cedido a la tentación del medio: resígnate, así es el Perú, tolera lo que todos, créeles a los idiotas de la derecha, a los que hacen negocios turbios y a la vez editorializan en relación con “los valores de la democracia” (cuando la verdad es que se zurran en ella y en lo que significa).