Las líneas de Nazca serían un laberinto diseñado para un pasaje espiritual, señala el profesor Clive Ruggles de la Universidad de Leicester del Reino Unido.
Situadas en el desierto peruano de Ica, estas líneas, que representan animales, figuras geométricas y humanas, fueron trazadas hace unos mil quinientos años en las pampas de Nazca, sobre cuyo origen y finalidad se han ensayado múltiples hipótesis, pues por su gran tamaño sólo son visibles desde el aire.
Hasta ahora, desde la primera hipótesis de la matemática María Reiche, quien vio en ellas un calendario astronómico, otros han dicho que podrían ser un centro religioso donde cada grupo familiar tenía un animal simbólico que venerar. También se ha dicho que serían canales para agua. Incluso se ha dicho que habrían sido hechas por extraterrestres.
Ruggles dijo que no fueron hechas para verlas desde lejos, sino para tener una experiencia desde allí, para caminar sobre ellas, según explicó a la revista Antiquity.
Ruggles y el doctor Nicholas Saunders, de la Universidad de Bristol, rastrearon 4.4 kilómetros de senderos en un proyecto de cinco años y suponen que las líneas datan de unos 500 años DC.
Los estudiosos creen que la buena preservación de las líneas ocurrió porque sólo caminaron allí pequeños grupos de personas, quizás con fines religiosos.
Ruggles dice ser el primero en descubrir un laberinto en 1984 y que caminó por éste de principio a fin.
Científicos británicos creen que los Nazca, autores de las líneas, desaparecieron por haber talado vastas áreas de huarangos, que son los árboles con las raíces más profundas del mundo, que les permitían captar agua del subsuelo y mantener la superficie húmeda, lo cual dañó la fertilidad de la tierra.