Por Herbert Mujica Rojas

En la revista América Economía del 14 de los corrientes y en artículo de Cornelia Sonnenberg, gerente general de la Cámara de Comercio Chileno-Alemana, se dio cuenta de la aprobación por la Cámara de Diputados del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación en el país sureño https://www.americaeconomia.com/analisis-opinion/chile-los-desafios-del-nuevo-ministerio-de-ciencia-y-tecnologia ¿Y por casa cómo andamos?

Una consideración que aquí en Perú tendría el mismo planteamiento retador se dice en las siguientes palabras:

“La era que estamos viviendo forzará la transformación digital de todas las industrias y segmentos de la economía. Para lograr sobrevivir a esta revolución requerimos personas dispuestas y capaces de formarse en nuevas competencias, recapacitarse continuamente frente a nuevas tecnologías, y mantener una constante apertura de mente ante los cambios radicales que se vienen. Además, será clave lograr el match entre las grandes compañías y las startups, empresas emergentes con ideas innovadoras y que sobresalen en el mercado, apoyadas por las nuevas tecnologías.”

Más aún:

“Paralelo a la puesta en marcha de esta nueva Secretaría de Estado, es importante mejorar la calidad de la educación en todas sus etapas para formar el talento necesario a nivel país; incentivar las ciencias aplicadas acorde a los desafíos de Chile; impulsar la confluencia productiva entre el mundo académico y el empresarial; alinear los esfuerzos de fomento público con los privados y, por sobre todo, generar estrategias país de largo plazo que permitan enfocar los recursos siempre escasos en aquellos ámbitos de mayor impacto y progreso a nivel nacional.”

En medio del charco político en que vive el país, parecería ocioso preguntar ¿qué están haciendo los legisladores si es que acaso alguna vez llegaron a formularse el tema de la ciencia y tecnología?

Solicitar que se cree un ministerio similar en Perú podría ser como la voz que clama en el desierto. Primero hay que comprender el gran tema y sus complicadas aristas que, a su vez, convocan a otras en in crescendo imparable.

Verbi gracia: transformación digital de todas las industrias y segmentos de la economía; personas dispuestas a nuevas competencias, reingeniería ante nuevas tecnologías, mente abierta a los cambios radicales, esfuerzo común de grandes compañías y startups cuya base emergente son las ideas innovadoras que muestran sus bondades en el mercado.

¿El sector Educación ha puesto el empeño lógico y ordenado, profesional y capaz para echar a andar las bases de esta cuarta revolución mundial en el Perú? Un cuestionamiento que merece respuestas.

¿Es este ámbito retador de la ciencia y tecnología política de Estado en el ramo de Educación en Perú?

Que los caníbales con saco y corbata se muerdan y destrocen entre sí. Un país serio, con afán de supervivencia y mirada de horizonte para la próxima centuria NO puede dejar de estudiar y dinamizar los campos de la ciencia y tecnología desde el portafolio ad hoc que es Educación.

¿Y qué hace el periodismo y la divulgación de estos temas? Un desafío formidable al que responderemos desde la televisión, la radio y los medios escritos.  Alea jacta est.

 

16.08.2018