Por primera vez los astrónomos muestran una fotografía de un agujero negro superdenso, ubicado en la constelación de Virgo, a 53,3 millones de años luz de la Tierra.
Los científicos responsables del Telescopio del Horizonte de Sucesos (EHT) han presentado hoy esta foto, compuesta de un mosaico de fotos de porciones más pequeñas de este cuerpo cósmico, para finalmente, como armando un rompecabezas, llegar a una foto única.
Se trata de un trabajo de dos años de observación y análisis a través de un gran telescopio virtual y permitirá comprobar la veracidad de la Teoría de la Relatividad General de Einstein. Es un anillo con una mitad más luminosa que la otra, que corresponde al agujero negro superdenso ubicado en el centro de la galaxia M87.
Se ha transformado un concepto matemático, algo que se explica con fórmulas en una pizarra, en un objeto físico que se puede observar, explicó el italiano Luciano Rezolla, profesor de Astrofísica de la Universidad Goethe de Fráncfort y parte del equipo científico responsable del hallazgo.
"Nada del interior puede vivir y ser transmitido al exterior (...). No puedes ver un agujero negro, pero puedes ver su sombra, que se produce cuando la luz desaparece tras el horizonte de sucesos (del agujero)", ha explicado el presidente del consejo del Telescopio del Horizonte de Sucesos, Heino Flacke.
Participaron ocho observatorios en cuatro continentes, financiados por Europa y los Estados Unidos.
Los agujeros negros, imaginados a inicios del siglo XX por el físico Albert Einstein y teorizados por Stephen Hawking en los años setenta a partir de la radiación que emiten, son una concentración densa de materia comprimida en un área pequeña que genera un campo gravitatorio que traga todo lo que le rodea, incluso la luz. Es la última fase en la evolución de un tipo de enormes estrellas que son al menos 10 veces más grandes que el Sol. Cuando una gigante roja se acerca a la muerte, se contrae y concentra su masa en una superficie muy pequeña, que se conoce como enana blanca.
Si este proceso de gravedad extrema continúa, se transforma en un agujero negro, delimitado por un "horizonte de sucesos", que es el punto de no retorno a partir del cual nada que sobrepase esa frontera puede escapar de su atracción del hoyo, y en cuyos aledaños giran aglomeraciones de gas a aproximadamente en una órbita circular.