La Niña, asociada a las más recientes inundaciones en el este australiano y sequías en los Estados Unidos y África Orienta, permanecería por tercer año consecutivo, según pronósticos del Centro de Predicción del Clima de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) en College Park, Maryland, los Estados Unidos.
Desde 1950 La Niña se ha registrado por tres años seguidos sólo dos veces, pero ello podría darse con mayor frecuencia en el futuro a causa del cambio climático, aunque los científicos se encuentran analizando los datos de los factores que están influyendo en estas variaciones climáticas en el planeta.
De ser así se esperaría más riesgo de inundaciones en el sudeste asiático, sequías e incendios forestales en el suroeste de los Estados Unidos, y crearían un patrón diferente de huracanes, ciclones y monzones en los océanos Pacífico y Atlántico, además de otros cambios regionales, dice el informe publicado en la revista Nature.
La Niña y El Niño, son fases de la Oscilación de El Niño-Sur (ENSO) que ocurren cada dos o siete años, con años neutrales intermedios. El fenómeno El Niño era conocido en el Perú desde épocas preincas y civilizaciones de nuestro norte, como la Mochica, se adaptaron. En el antiguo Perú se evitaban los asentamientos humanos cerca de cauces de ríos, lo cual se ha olvidado y estas poblaciones sufren las consecuencias de los huaicos.
El Niño trae vientos en el Pacífico, que soplan de este a oeste a lo largo del ecuador, se debilitan o revierten, lo que hace que el agua tibia brote en el Océano Pacífico oriental, aumentando la cantidad de lluvia en la región. Durante La Niña, esos vientos se fortalecen, el agua tibia se desplaza hacia el oeste y el Pacífico oriental se vuelve más frío y seco.
Se trata de cambios en el clima de un océano, pero siendo el Pacífico el más grande, su impacto alcanza a toda la Tierra.
La actual La Niña comenzó en septiembre de 2020 y ha sido leve a moderada la mayor parte del tiempo desde entonces. A partir de abril de 2022, se intensificó enfriando más el océano Pacífico ecuatorial oriental, algo no visto desde 1950.
El más reciente pronóstico de la NOAA, del 10 de junio, arroja de 50% a 60% de posibilidades de que La Niña persista hasta julio o septiembre. Esto aumentaría la actividad de huracanes en Atlánticoa noviembre, y disminuirá la temporada de huracanes del Pacífico, que afecta principalmente a México. El Centro de Predicción Climática de NOAA ha pronosticado una probabilidad del 51% de La Niña a principios de 2023.
Diferencia de La Niña triple actual con las anteriores
El actual fenómeno La Niña triple es extraño, pues, a diferencia de las triples La Niña anteriores, no se ha presentado después de un El Niño fuerte, cuyo fuerte calor se disipa en uno a dos años, por lo cual los estudiosos no entienden todavía cuál es la dinamica.
Las grandes preguntas que quedan son si el cambio climático está alterando el ENSO, y si las condiciones de La Niña serán más comunes en el futuro.