Viento solar. Imagen: Nasa/ESA |
Sin esa protección, los rayos cósmicos pueden amenazar a los artefactos espaciales y afectar a los astronautas que salgan más allá de la protección que ofrece el campo magnético de la Tierra (por ejemplo, en misiones a la Luna), causándoles daño en el ADN, que puede provocarles cáncer.
Normalmente la intensidad de los vientos solares tiene altas y bajas cada 11 años, que es el tiempo de duración de los ciclos solares, pero ahora estamos experimentando el nivel más bajo experimentado en un siglo.
Los vientos solares impiden que los rayos cósmicos ingresen al sistema solar. La fuerza del campo magnético en el sistema solar normalmente es de 6 a 9 nano Tesla, pero ahora se ha debilitado y se encuentra tan sólo en un nivel de 4 nano Tesla en el espacio interplanetario, según comprobó la nave espacial ACE (Advanced Composition) de la Nasa.
Los científicos indican que esta baja en la actividad solar podría indicar el término de una alta actividad solar que se produjo en el siglo precedente y podría evidenciar que estemos ingresando a una baja excepcional que tal vez pueda durar siglos.
Los estudios pueden determinar variaciones en la actividad magnética del Sol en los últimos 10 mil años mediante análisis que determinan la existencia de raros isótopos en las capas de hielo de Groenlandia.
Tras estas observaciones, los especialistas tendrían que pensar en diseños más robustos de los artefactos espaciales, para que sean lo suficientemente resistentes a los rayos cósmicos, precisó a l aprensa Roger Hunter, del Centro de Investigación Ames en Moffett Field, California, a cargo de la misión Kepler en búsqueda de planetas.
Hunter manifestó que no es claro si el desperfecto en el Kepler se produjo a causa de los rayos cósmicos, pero se trata de un aparato que puede recuperarse de tales percances.
No obstante, agregó que causa preocupación la ocurrencia de más incidentes a causa del incremento de los rayos cósmicos. El Kepler ya perdió 3,5 días de observaciones por estos desperfectos.