Por Alfredo Palacios Dongo

El pasado día 1 la Oficina del Representante Comercial de EE UU (USTR) presentó el “Informe anual Especial 301- mayo 2013” sobre la situación de evolución y control de las tendencias mundiales de la Propiedad Intelectual de los Derechos (DPI) y sus conflictos asociados, así como la situación de efectividad en la defensa de estos derechos de más de 90 naciones del mundo que se relacionan comercialmente con dicho país.

mercaderia pirata
Mercadería pirateada se ofrece al público ante pasividad de las autoridades

Desde el 2001 el Perú se encuentra incluido en la “Lista de Vigilancia” por presentar problemas de debilidad en la protección de los derechos de la propiedad intelectual. En el actual informe 2013, EE UU advierte sobre una amplia disponibilidad de productos falsificados y pirateados en nuestro país instando a dedicar recursos adicionales para la aplicación de la DPI, mejorar la coordinación entre autoridades, optimizar los controles fronterizos y fortalecer el sistema judicial para controlar la venta de medicamentos falsificados y de biotecnológicos derivados farmacéuticos, también sobre prevención del uso de software sin licencia y protección contra la piratería.

Según INDECOPI, nuestro país pierde US$ 600 millones anuales por piratería y US$ 1,000 adicionales por contrabando. Para la Business Software Alliance (BSA) 67% del software comprado en el Perú es ilegal generando pérdidas anuales de US$ 80 millones. La industria editorial pierde US$ 40 millones anuales. El 98% de la oferta de música y películas es pirata. El comercio ilegal de medicinas concentra el 10% del mercado total de medicamentos. Solo en Lima hay 70 mil personas con internet pirata, y hasta existen en el país 600 estaciones de radio informales. En general es preocupante ver infinidades de negocios y ambulantes que  venden películas piratas, copias de libros, ropa de marca adulterada e infinidad de productos falsificados a vista y paciencia de las autoridades.

Bajo este panorama la piratería en nuestro país ha crecido vertiginosamente y es un mal enraizado que sigue siendo el principal problema para los derechos de autor, sin embargo, pese a su grave impacto en la economía nacional, no es tratado como un asunto prioritario por el gobierno e instituciones involucradas, ni por el Poder Judicial.

Para enfrentar este grave problema se debe: 1) Combatir la informalidad; 2) Efectuar mayor control con decomisos permanentes en zonas donde reina la piratería; 3) El Poder Judicial debe imponer sentencias máximas de 8 años normadas en el Código Penal (no hay un solo caso de pena privativa de la libertad por este delito); y 4) Promover una educación integral que fomente conciencia antipirata en los consumidores.

Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 18 de mayo de 2013