Sobre la prensa servil
Da vergüenza la postura de Canal N y otros medios de comunicación, frente a lo sucedido en Venezuela con RCTV, con una decisión soberana tomada en ese país.
Ustedes creen que la actual "libertad de prensa" que hay en latinoamérica es verdadera?
¿Cómo puede haber justicia si el dueño de un medio de comunicación establece la línea política de su canal de TV o de un periódico o revista, y el que no acata sus intereses es simplemente echado de las referidas entidades?
¿Ustedes creen que en el Perú hubo libertad de prensa, por citar un hecho reciente, en las últimas elecciones, cuando los poderosos de este país se llevaron para sus intereses a todos los canales y periódicos? Traduciéndose esto en que los poderosos de este país, que no tienen en su corazón la bandera peruana, han sentado a Alan García en el gobierno.
¿Porqué ustedes que deben hablar con verdad y equidad silenciaron a los jóvenes electores, el pasado político del Perú, las desastrosas gestiones gubernamentales de la oligarquía y de los apristas? Ellos, los jóvenes, tienen el derecho de conocer nuestro pasado y ustedes los seudo-periodistas se lo ocultaron alevosamente.
¿A todo lo anterior le llaman ustedes libertad de prensa?.
Sólo los imbéciles, sin ser peyorativo, y embaucadores, “así lo creen y lo hacen creer, y la defienden”.
“Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad”.
Carta de San Pablo a los Corintios 3, 15-18
¡Ay de ustedes, que llaman bueno a lo malo, y malo a lo bueno; que convierten la luz en oscuridad, y la oscuridad en luz; que convierten lo amargo en dulce, y lo dulce en amargo!
Isaías 5, 20
La Jerarquía de nuestra Iglesia católica, es capaz de movilizar a los fieles para algo bueno pero no lo hacen.
Ya Jesús está pronto al retorno y va a pedir cuentas de la forma en que han administrado su viña.
Que el Señor ilumine a nuestros pastores y los transforme para que den fruto abundante.
Ing. Julio Zevallos
Reg. CIP 83067
Estimado Julio:
El Perú es más grande que sus corruptores y más grande que las pestilentes mentiras que estos sirvientes de la prensa arrojan sobre la sociedad. El que busca la verdad no se dejará engañar, la ciudadanía tiene que despertar.