Comunicado
Con ocasión del XIV Congreso Mundial Forestal, organizado por la FAO en Durban, Sudáfrica, del 7 a 11 de septiembre, nosotros, integrantes de la Red Latinoamericana contra los Monocultivos de Árboles (RECOMA), junto con diversas organizaciones sociales, estamos divulgando esta nota de repudio para manifestar nuestra indignación con la forma errónea y excluyente como la FAO está organizando, otra vez, una edición de este Congreso.
La RECOMA es una red que cuenta con representantes de organizaciones de varios países latinoamericanos cuyo objetivo fundamental es intercambiar información y articular actividades para denunciar y oponerse a la expansión de monocultivos forestales a gran escala en América Latina por sus graves impactos sobre comunidades locales como la violación de derechos territoriales, la destrucción de fuentes de agua y la sustitución de áreas de producción de alimentos.
No nos podemos callar cuando otra vez la FAO, una organización de las Naciones Unidas, organiza:
Un evento que no pone en su agenda una discusión profunda sobre los graves problemas e impactos negativos provocados por el llamado “modelo forestal” que promueve las plantaciones de monocultivos de árboles en gran escala, beneficiando en especial al llamado ´sector forestal´, sobre todo un pequeño grupo de corporaciones forestales;.
Un evento que sugiere que los bosques serían esenciales en la estrategia para mitigar el cambio climático, con el agravante que la FAO incluye en la categoría ´bosques´ erróneamente a los monocultivos de árboles, incluso hasta los transgénicos. La FAO ha vendido esta idea durante su reciente campaña por el 21 de Marzo - Día Internacional de los Bosques –, con el tema “Bosques, Clima, Cambio”. A pesar de que utilizar árboles para compensar las emisiones de carbono debidas a la quema de combustibles fósiles es comprobadamente una falsa solución al cambio climático, ese argumento ha servido como otro incentivo a la expansión de los monocultivos de árboles en gran escala.
Un evento que es excluyente e inaccesible para los afectados del modelo forestal – comunidades locales en el mundo entero - por los altos costos cobrados por la inscripción, resultando en un evento elitista y antidemocrático. Eso es aún más grave por el hecho que la FAO como organización pública debería promover siempre un debate democrático y garantizar la participación de todas y todos, pero, por sobre todo, de aquellos afectados por el modelo que la propia FAO promueve: la plantación de monocultivos de árboles en gran escala.
Proponemos que la FAO debería invertir tiempo y energía, no en una sola pero en muchas reuniones con un objetivo urgente: repensar sus objetivos y estrategias en el tema bosques. Unas preguntas centrales serían: la FAO hoy está al servicio de qué y para quién? Y para qué y para quién debería estar trabajando? Esas reuniones deberían ser abiertas para tod@s, se deberían dar en todas las regiones y continentes con bosques y en las regiones más afectadas por el “modelo forestal”.
Si la FAO continua privilegiando con su trabajo el “sector forestal” y el modelo que este sector idealiza, nuestra tarea es continuar luchando contra este modelo de destrucción representado por los monocultivos de árboles, incluso los que son certificados por los falsos sellos verdes como el FSC, y defender y solidarizarnos con las comunidades que están sufriendo los impactos, apoyarlos en sus luchas de defensa y retomada de sus territorios invadidos por monocultivos de árboles.
Otra vez, nuestro grito es:
¡Las plantaciones no son bosques!
Red latinoamericana contra los monocultivos de árboles - RECOMA
Setiembre de 2015.