Unos 25 años le quedan al oso andino o de anteojos (Tremarctos ornatus) en el Perú, si sus condiciones ambientales continúan como están, ya que se encuentra clasificado como especie altamente vulnerable.
La declaratoria significa que uno de los mamíferos más representativos del país está a tres pasos de la extinción total, según las clasificaciones de la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (UICN), organismo que evalúa anualmente la situación de las especies de flora y fauna en el mundo.
Rolando Vera, de la Fundación para la Defensa de la Naturaleza de Venezuela, manifestó que en Suramérica existen unos 18.000 ejemplares, de los cuales hay 6.000 en Perú, de 3.000 a 5.000 en Ecuador y entre 300 y 500 en Venezuela.
Como aporte de la Dirección Forestal y de Fauna Silvestre de la Dirección Regional Agraria Ayacucho se planteará un Plan de Acción para la Conservación del Oso, en Chungui, Anco, de la Provincia de La Mar, propuesta que se ejecutará a 15 años con evaluaciones trianuales y que comenzará con la capacitación a funcionarios municipales, los zoológicos, universidades,
ONGS, y la comunidad en general.
Además, el oso es fundamental para su medio porque cumple funciones como la de dispersar semillas y su presencia en los ecosistemas se relaciona con la producción de agua. La
existencia del oso en determinada región presupone grandes potenciales de agua y con ella, importantes especies de fauna y flora.
El oso de anteojos, es herbívoro y en su dieta incluye un 70 por ciento de vegetales (frutas, semillas, rebrotes, cogollos y cortezas) y en el 30 por ciento restante, materiales de origen animal, como miel, larvas, carne de roedores, venados, cabras, chivas y reses.
La gestación del oso puede durar hasta nueve meses (cada dos años) y por lo general, las camadas son de dos crías que permanecen con su madre hasta los tres años. En cautiverio pueden llegar a los 30 años de vida y mucho tiempo más en su hábitat natural.
En el mundo existen ocho especies de oso, de las cuales hay dos que vienen de dos linajes genéticos totalmente diferentes: el panda y el andino. Las otras seis como el oso pardo, el oso negro americano, el malayo, el polar y el ovejuno comparten la mayor parte de sus características genéticas.
Impacto Agrario, febrero 2016