Un reciente informe de Environmental Investigation Agency (EIA) describe los avances realizados desde el 2012 en nuestro país respecto a la lucha contra la tala ilegal, así como el lavado y comercio internacional de madera ilegal.

El Momento de la Verdad: Oportunidad o Amenaza para la Amazonía Peruana en la Lucha contra el Comercio de la Madera Ilegal, es el nombre del informe de EIA, organización que desde años atrás ha denunciado diversos casos que atentan contra los bosques de la Amazonía. En el 2021, por ejemplo, EIA publicó La máquina lavadora, cómo el fraude y la corrupción en el Sistema de concesiones están destruyendo el futuro de los Bosques del Perú.

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“La evidencia sobre la tala ilegal persistente, la corrupción sistemática, el lavado de madera ilegal, y la madera ilegal en las exportaciones peruanas es simplemente abrumadora. Si bien los Estados Unidos ha comenzado a tomar acciones contra el comercio de madera ilegal de Perú, otros importadores importantes como China y México siguen haciéndose la vista gorda”, señala EIA.

Los autores del estudio también hacen referencia a “las violaciones a los derechos humanos, los impactos económicos de largo plazo, y los daños a la biodiversidad y al clima global” que serían causa del “modelo operativo actual del sector forestal” a pesar de que “las instituciones peruanas han demostrado que tienen las herramientas para asegurar un cumplimiento efectivo de las normas, además de las herramientas para crear sistemas y procedimientos más transparentes”.

“¿Podrá el Perú aceptar la realidad revelada por las iniciativas de implementación de su propia ley, y actuar sobre ella? ¿O más bien eliminará las reglas e inspecciones que son necesarias para trazar la madera hacía un origen legal verificada?”, cuestionan la organización.

Sobre el informe

EIA explica que el informe se enfoca en tres componentes. El primero tiene que ver con “la iniciativa de fiscalización y supervisión multianual denominada ‘Operación Amazonas’ que en el año 2015 se concentró en la embarcación Yacu Kallpa, la ruta de comercio más importante para la madera proveniente del norte amazónico peruano.Tras la investigación, los organismos de supervisión descubrieron que, en promedio, el 91.3% de la madera transportada por esta embarcación provenía de fuentes ilegales –llegando hasta más del 96%–, lo que ha generado detenciones e incautaciones en el Perú, República Dominicana, México y los Estados Unidos”.

El segundo componente, está basado en las protestas, las reacciones violentas, y el alto nivel de resistencia que surgieron como respuesta a estos esfuerzos por aplicar de la ley e introducir un nivel mayor de transparencia en el sistema.

“La industria maderera, su autoridad reguladora principal (el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre, Serfor), y otras entidades gubernamentales en el Perú han negado o minimizado el problema, y han intentado debilitar a las instituciones a cargo de implementar las normas.Además de esto, también han dismuido la recolección de datos y han cambiado los requisitos oficiales, haciendo casi imposible que se pueda rastrear la madera y verificar la legalidad de su origen, en contravención con las propias leyes peruanas y con compromisos asumidos por el Perú”, señala EIA.

Finalmente, el tercer componente, tiene que ver con “un nuevo análisis sobre cientos de páginas de documentos oficiales que revelan exportaciones sistemáticas de madera ilegal y de alto riesgo desde el principal puerto peruano, el puerto del Callao, durante el año 2015, por docenas de compañías y dirigidas a 18 países. Es imposible reproducir este análisis para los años 2016 y 2017, dado que la autoridad forestal peruana ha decidido dejar de recabar los datos necesarios”.

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