Tigres asiáticos, ja.
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Por Gustavo Rodríguez


Cuando escucho a tanto optimista decir que el Perú está creciendo a ritmo de tigre asiático, la sangre me hierve hasta ser morcilla porque es una comparación errónea.

Corea, Taiwán o Singapur desarrollaron sus economías apostando por la educación y la innovación, requisitos básicos para ser un país de primer mundo. El Perú, en cambio, viene obteniendo sus cifras de “tigre” debido a un ordenamiento y una apertura dignas de aplauso pero —seamos honestos— con la enorme ayuda del alto precio de los metales. Para continuar con estas cifras dependemos de China como consumidor de minerales, no de nosotros mismos.

Desafortunadamente, la palabra Educación es de las que menos se vienen escuchando en esta campaña electoral tan dada a chismes.

Eso es muy preocupante. Crecemos sostenidamente desde hace diez años. Sí. Pero desde esa época seguimos siendo prácticamente los últimos del mundo en comprensión de lectura y entendimiento de las matemáticas. Si las naciones son tan grandes como las mentes de su gente, ¿qué futuro puede tener un país que genera analfabetos funcionales? Ya que la sangre me hierve más allá de lo esperado, me pondré fresco con una mención abiertamente interesada: la organización Recreo, de la que formo parte (www.recreo.org.pe) acaba de lanzar la campaña “Un millón de niños lectores”. La idea es que empresas, organizaciones y personas apadrinen escuelas de mil niños para que podamos intervenir en ellas con bibliotecas, capacitaciones y alegría para mover los indicadores de comprensión lectora. Si su organización quiere apoyarnos, se lo agradeceré feliz. Y si tiene otras formas de acelerar lo que el Estado va a demorar en lograr, también hágalo.

Después no se queje si, tras otros diez años de feroz “crecimiento”, tiene que buscar con lupa colaboradores que entiendan un contrato tras leerlo.

http://www.gustavorodriguez.pe