“Guerra sucia” y terrorismo financiero
Por Humberto Campodónico
El lunes pasado el dólar pasó de 2,69 a 2,82 en un solo día, la “trepada” más alta del año. ¿Por qué ha sucedido eso cuando la tendencia es más bien que el dólar se devalúe porque los mercados financieros internacionales están llenos de dólares que no tienen donde “parquearse” y vienen a nuestros mercados?
Por Humberto Campodónico
El lunes pasado el dólar pasó de 2,69 a 2,82 en un solo día, la “trepada” más alta del año. ¿Por qué ha sucedido eso cuando la tendencia es más bien que el dólar se devalúe porque los mercados financieros internacionales están llenos de dólares que no tienen donde “parquearse” y vienen a nuestros mercados?
Recordemos también que estamos en época de pago de impuesto a la renta hasta fines de marzo, lo que hace “normal” que las empresas vendan dólares para dicho pago, motivo por el cual el dólar debería bajar y no subir.
El consenso general es que se trata de una ola especulativa motivada, en parte por un informe del Barclays Bank que “recomendó a sus clientes comprar dólares ante la posibilidad de que Humala llegue a la segunda vuelta presidencial”. Ojo, no es la primera vez que el Barclays practica lo que se podría llamar “terrorismo financiero”.
Lo mismo hizo en setiembre pasado cuando dijo que “el Perú podría sufrir un sacudón financiero pues los mercados internacionales andan preocupados por el alza en las encuestas de la candidatura de Susana Villarán a la alcaldía de Lima”.
Adivinen quién levantó la noticia inmediatamente. Acertaron, fue PPK (1).
El candidato PPK tiene harta experiencia en esos menesteres pues habría sido él quien le propuso a Augusto Álvarez Rodrich —según Javier Diez Canseco— participar en una “guerra sucia” contra Ollanta Humala en el 2006, lo que Álvarez no aceptó —hay que resaltar que Álvarez no ha proporcionado el nombre del instigador de la “guerra sucia”, pero sí relata que los hechos sucedieron—.
La cuestión de fondo es que el 2006 no es el 2011, como lo acaba de decir la calificadora de riesgo Moody´s: “Todos los candidatos apoyan la continuidad de política económica, con candidatos como Humala, que en el pasado dio una nota disonante e hizo campaña para romper con la actual combinación de políticas económicas, moviéndose más hacia el centro”.
Pero eso no es aceptado por los grandes intereses de la derecha económica que prefieren la “guerra sucia” contra Humala. Con la especulación, lo que pretenden es meterle miedo a los peruanos —sobre todo a los más pobres— diciéndoles que si votan por Humala el dólar se encarecerá, habrá inflación y, también, inestabilidad política. Si esto no es “terrorismo financiero”, la verdad es que se le acerca bastante.
Por eso, es probable que solo estemos en el comienzo de una campaña de guerra sucia de incalculables proporciones, como la que hubo contra la candidatura presidencial de Lula en Brasil en el 2002 (guardando siempre las distancias, porque Brasil tiene 20 veces más poderío económico y financiero que nosotros). Por eso, es de vital importancia que las actuales autoridades gubernamentales —como, por ejemplo, el ministro de Economía— salgan al frente y condenen cualquier intento de “guerra sucia”.
Asimismo, el presidente del BCR debiera decirnos que el ente emisor va a seguir propiciando que “no haya volatilidad” en los mercados cambiarios y que nos va a defender de cualquier ataque especulativo internacional o nacional, pues para eso sirven las reservas internacionales, que ya superan los US$ 43.300 millones, mientras que la posición de cambio ya superó los US$ 33.400 millones.
Eso hizo el BCR en el 2006 cuando se dio la “guerra sucia” que alentó PPK: salió al frente y compró dólares, con lo que derrotó a los especuladores, que salieron corriendo con la cola chamuscada. No otra cosa esperamos de las autoridades actuales del Banco Central, si continúa la “guerra sucia” especulativa”. ¿No es cierto?
(1) Ver “PPK y los tres motivos del oidor”, www.cristaldemira.com, 22/9/2010.
El consenso general es que se trata de una ola especulativa motivada, en parte por un informe del Barclays Bank que “recomendó a sus clientes comprar dólares ante la posibilidad de que Humala llegue a la segunda vuelta presidencial”. Ojo, no es la primera vez que el Barclays practica lo que se podría llamar “terrorismo financiero”.
Lo mismo hizo en setiembre pasado cuando dijo que “el Perú podría sufrir un sacudón financiero pues los mercados internacionales andan preocupados por el alza en las encuestas de la candidatura de Susana Villarán a la alcaldía de Lima”.
Adivinen quién levantó la noticia inmediatamente. Acertaron, fue PPK (1).
El candidato PPK tiene harta experiencia en esos menesteres pues habría sido él quien le propuso a Augusto Álvarez Rodrich —según Javier Diez Canseco— participar en una “guerra sucia” contra Ollanta Humala en el 2006, lo que Álvarez no aceptó —hay que resaltar que Álvarez no ha proporcionado el nombre del instigador de la “guerra sucia”, pero sí relata que los hechos sucedieron—.
La cuestión de fondo es que el 2006 no es el 2011, como lo acaba de decir la calificadora de riesgo Moody´s: “Todos los candidatos apoyan la continuidad de política económica, con candidatos como Humala, que en el pasado dio una nota disonante e hizo campaña para romper con la actual combinación de políticas económicas, moviéndose más hacia el centro”.
Pero eso no es aceptado por los grandes intereses de la derecha económica que prefieren la “guerra sucia” contra Humala. Con la especulación, lo que pretenden es meterle miedo a los peruanos —sobre todo a los más pobres— diciéndoles que si votan por Humala el dólar se encarecerá, habrá inflación y, también, inestabilidad política. Si esto no es “terrorismo financiero”, la verdad es que se le acerca bastante.
Por eso, es probable que solo estemos en el comienzo de una campaña de guerra sucia de incalculables proporciones, como la que hubo contra la candidatura presidencial de Lula en Brasil en el 2002 (guardando siempre las distancias, porque Brasil tiene 20 veces más poderío económico y financiero que nosotros). Por eso, es de vital importancia que las actuales autoridades gubernamentales —como, por ejemplo, el ministro de Economía— salgan al frente y condenen cualquier intento de “guerra sucia”.
Asimismo, el presidente del BCR debiera decirnos que el ente emisor va a seguir propiciando que “no haya volatilidad” en los mercados cambiarios y que nos va a defender de cualquier ataque especulativo internacional o nacional, pues para eso sirven las reservas internacionales, que ya superan los US$ 43.300 millones, mientras que la posición de cambio ya superó los US$ 33.400 millones.
Eso hizo el BCR en el 2006 cuando se dio la “guerra sucia” que alentó PPK: salió al frente y compró dólares, con lo que derrotó a los especuladores, que salieron corriendo con la cola chamuscada. No otra cosa esperamos de las autoridades actuales del Banco Central, si continúa la “guerra sucia” especulativa”. ¿No es cierto?
(1) Ver “PPK y los tres motivos del oidor”, www.cristaldemira.com, 22/9/2010.