Por Reyna Cárdenas Andazabal
Una nueva industria va dando sus primeros pasos en el país. ¿Se imagina que, en lugar de comprar a empresas extranjeras, podamos construir nuestras propias aeronaves? A ello apunta el más grande proyecto del Servicio de Mantenimiento (Seman) de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), empresa estatal que coproducirá con Corea aviones de entrenamiento KT-1P para nuestra armada, solo para empezar.
En efecto, con la adquisición de 20 de estas unidades a la también estatal Korea Aerospace Industries (KAI), el Perú suscribió además un acuerdo de transferencia tecnológica con el país asiático, para que 16 de ellas sean construidas en las instalaciones de nuestra empresa del sector Defensa en Lima y Pisco.
Este “valor agregado” —como lo denominó el viceministro de Recursos para la Defensa, Jakke Valakivi—, es el que nos pondrá al nivel de países como Brasil, Argentina o Chile, los únicos en Sudamérica que han desarrollado una industria aeronáutica.
Como señala el jefe del Seman, mayor general FAP Óscar Santa María, estas acciones marcan un hito no solo en la historia de esta unidad técnica —que ya en 1934 ensamblaba aviones de la mano de la Compañía Caproni de Italia, proyecto que se canceló con la entrada a la Segunda Guerra Mundial—, sino también del país, que ha ganado reconocimiento internacional a partir de los servicios que desde hace más 30 años ofrece la entidad a la aviación comercial.
El Seman ha cosechado clientes en países cercanos como Brasil, desde donde llegan los Boeing 767 de LATAM Airlines (producto de la fusión de LAN y TAM), o en otros tan distantes como Togo, cuyo avión presidencial ha pasado por sus hangares. La capacidad instalada han logrado adquirirla a lo largo de sus 80 años de vida. Su valor diferencial: el menor costo que tiene en nuestro país un trabajo tan minucioso como la revisión y reparación de un avión hasta el último remache.
“Las horas-hombre en los países desarrollados son de altísimo valor, por el nivel de vida que tienen. En Europa pueden estar cobrando 120 dólares la hora-hombre de un estructurista (especialista en reparación y recuperación de las estructuras de una aeronave) por hacer el mismo trabajo que hacemos nosotros, pero cobrando 32 dólares. Entonces el operador, que sabe que su aeronave necesita ese trabajo de todas maneras, prefiere venir acá. Y cuántas horas-hombre puede insumir la reparación de una aeronave: 8 mil, 9 mil horas”, comentó Santa María. Saque usted sus cuentas.
Se da inicio a la labor del ensamblado
Como parte del proyecto de los KT-1P —aviones de entrenamiento que reemplazarán a nuestros Tucano, de tecnología brasileña— personal de la FAP viajó en enero a Corea para capacitarse y participar en la construcción de las cuatro primeras unidades del lote adquirido por nuestro país. También este año, en mayo, se iniciará el ensamblaje de las demás unidades en la Base Aérea Las Palmas, proceso que se llevará a cabo en los cuatro hangares que fueron inaugurados el pasado 19 de noviembre.
A nuestro país serán enviados los fuselajes de las naves, para que aquí se les coloquen las alas, motor, hélice, cúpula, cola y asientos a cada una de ellas. Todo ello nos será dado por los coreanos. La intención es que a futuro nosotros fabriquemos cada una de estas partes en nuestro país.
Expreso, Lima 18-04-2014
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“Industria aeronáutica” En América Latina ningún país fabrica aviones, solamente ensamblan (lo cual incluye a Brasil). Los únicos países que de verdad fabrican son los europeos (Reino Unido, Francia, Rusia), los estadounidenses y los asiáticos (China, Corea, Japón). El país que fabrica aviones hace los motores (o reactores) y los sistemas electrónicos y de navegación. Como continente, en esta industria los latinoamericanos nunca vamos a alcanzar a los otros países. Somos ensambladores, nada más. [Nota de Con nuestro Perú.] |
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