Una revisión para el Perú, Chile y Colombia

Hace unos días la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) actualizó a la baja sus proyecciones de crecimiento de la región para el 2014. Para el conjunto de dichas economías, el ente redujo su pronóstico de expansión a 2.2% desde el 2.7% estimado en abril del presente año. Justificó esta decisión en “la debilidad de la demanda externa, un bajo dinamismo de la demanda interna, insuficiente inversión y un limitado espacio para la implementación de políticas que impulsen la reactivación”.

ÍNDICE DE TÉRMINOS DE INTERCAMBIO: CHILE, COLOMBIA Y PERÚ

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Fuente:Banco Central de Chile, Banco de la República de Colombia, Banco Central del Perú.

 

Sobre la primera de las razones argumentadas por CEPAL, existe una evidente desaceleración del principal motor de crecimiento de la demanda mundial en los últimos años, la economía china. La menor expansión del gigante asiático, uno de los principales destinos de los commodities, ha afectado a las cotizaciones de éstos últimos. Entre las materias primas que han visto mermado sus precios se encuentran el cobre y el oro, los cuales registran una caída en sus cotizaciones de 5.5% y 18.4%, respectivamente, entre enero del 2012 y julio del 2014. Ello ha golpeado los términos de intercambio (la relación entre los precios de las exportaciones y las importaciones) de los países que tienen a dichos productos como principal oferta exportadora.


“Es importante seguir con detenimiento la evolución de los TI porque existe evidencia de que hay una estrecha relación entre dicha variable y los ciclos económicos”.

En el siguiente gráfico se observan los términos de intercambio de Chile, Colombia y Perú, países que tienen como principal oferta exportable a materias primas. Como se aprecia, los mencionados índices tienen trayectorias similares, aunque existen diferencias entre Perú y Chile (por un lado) frente a Colombia. Esto se explica porque tanto nuestro país como el vecino del sur tienen una canasta exportadora bastante similar (sus envíos más importantes son minerales metálicos). En cambio, Colombia tiene a los hidrocarburos (petróleo y sus derivados) como su principal producto exportador.

Los términos de intercambio (TI) de Chile y Perú presentan una tendencia negativa en los últimos dos años, aunque se mantienen en rangos elevados, por encima del promedio de los últimos 18 años.

Es importante seguir con detenimiento la evolución de los TI porque existe evidencia de que hay una estrecha relación entre dicha variable y los ciclos económicos. En otras palabras, el desenvolvimiento de los TI determina en buena parte (aunque no es la única explicación) las variaciones en el PBI. Castillo y Salas (2012) señalan que fluctuaciones en el referido indicador influyen decididamente en el comportamiento del consumo, inversión y PBI. Una muestra de ello es el gráfico que se muestra a continuación, en el cual se presenta la evolución de la tasa de crecimiento del PBI de Chile y sus TI. En él se aprecia una estrecha relación entre ambas variables, y se distingue que los cambios en la tendencia se suelen dar primero en los TI y luego en el PBI. Similar relación se aprecia entre los TI y el PBI de Perú.

 

“Algunas de las maneras de reducir dicha dependencia (a los precios de los commodities) pasa por fomentar de manera decidida la diversificación del aparato productivo…”

En el caso de Colombia, la relación entre el PBI y los TI también está presente, aunque en los últimos 12 meses se observa una aceleración en el PBI a la par de una ligera desaceleración en los términos. Esto podría deberse a que si bien existe un descenso en los términos de intercambio en este país desde la segunda parte del 2012, la cotización de su principal producto de exportación, el crudo (que representa el 55% de todas sus ventas al exterior, según información a mayo del 2014) se incrementó en 15%. Adicionalmente, Hernández (2011) señala que para la economía colombiana los TI podrían explicar hasta en un tercio las fluctuaciones en el PBI, y destaca que es la inversión el componente de la demanda que más se ve influenciado por los cambios en la relación de los precios de las exportaciones e importaciones.

De lo expuesto, cabe hacernos la pregunta ¿es bueno para la economía de estos países depender de manera tan significativa de los términos de intercambio? Si bien gracias al boom de los precios de los commodities, la expansión de la actividad económica registró niveles admirables durante la mayor parte de la década pasada, no es saludable que el crecimiento del PBI esté tan ligado a la volatilidad de las cotizaciones de las materias primas. Algunas de las maneras de reducir dicha dependencia pasan por fomentar de manera decidida la diversificación del aparato productivo, y por ende, de la canasta exportable, dándole especial énfasis a los bienes con valor agregado. También es vital lograr que el mercado interno juegue un papel más importante como destino de la producción nacional. Todo ello no significa que se deba dejar de lado a los productos minerales, pues tenemos en ellos una ventaja comparativa que debemos aprovechar. No obstante, es preciso trabajar en la reducción de la elevada dependencia actual de los ciclos de los commodities (así evitaríamos, por ejemplo, que un solo proyecto minero de envergadura decida en gran parte el futuro inmediato del crecimiento de nuestra economía), para así lograr encaminarnos en una senda de expansión más sostenida y menos volátil.

Asbanc 08.08.2014