No obstante, el Ing. Víctor Gobitz, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), destacó la madurez que han alcanzado las instituciones peruanas.
(Latinominería - Negocios). Los resultados el ranking del Instituto Fraser nuevamente fueron buenas noticias para Perú. Así como en la medición anterior, el país nuevamente mejoró su ubicación, pasando a ocupar el lugar 19 entre 91 jurisdicciones evaluadas.
Para el presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) y CEO - gerente general de Compañía de Minas Buenaventura, Ing. Víctor Gobitz, lo anterior denota algo muy positivo para el país: la madurez de sus instituciones.
Lo anterior, pese a que Perú ha atravesado turbulencias en el plano político, como los pedidos de vacancia contra el presidente Pedro Pablo Kuczynski por los supuestos vínculos con la constructora Odebrecht, el resto de las instituciones del Estado fueron suficientemente capaces de transmitir la confianza que exige el inversionista de la industria minera.
¿Qué lectura hace de los resultados del país en el ranking Fraser? Perú subió del lugar 28 al 19, pero en el Policy Perception Index aún está muy lejos de las jurisdicciones más atractivas (lugar 43 de 91)
Perú sigue siendo una jurisdicción minera destacada en términos geológicos por sus reservas de oro, plata, cobre, zinc y plomo. Por otro lado, en términos relativos a otras jurisdicciones mineras, contamos con un marco legal más maduro, quizás algo frondoso, y en términos macroeconómicos los indicadores financieros del país son sólidos.
Sin embargo, los permisos administrativos para realizar actividad minera, tal como exploración, explotación y beneficio; han devenido en el tiempo más complejos. A pesar que contamos con un órgano administrativo, como el Ministerio de Energía y Minas, muchas de las licencias y permisos requeridos por la industria minera se tramitan ahora ante un sinnúmero de entidades, muchas de ellas de igual rango que el Ministerio de Energía y Minas. Por ejemplo, el Ministerio del Ambiente – SENACE; el Ministerio de Agricultura – ANA; el Ministerio de Salud – DIGESA; el Ministerio de Cultura, entre otros.
El año pasado el IIMP elaboró un informe en el que identifican seis factores que requieren de acción inmediata para mejorar el atractivo del país como destino de las inversiones mineras. Dos de ellas eran: acuerdos socioeconómicos y condiciones para el desarrollo comunitario y regulaciones administrativas y laborales, ¿hubo avances?
En el primer aspecto, referido a las relaciones con comunidades campesinas, hemos avanzado poco; al respecto, la recomendación es que el Ministerio de Energía y Minas publique una guía de buenas prácticas y que, a su vez, comparta los mejores y más recientes ejemplos de negociación de tierras comunales como una forma de transparencia y de ayudar a arribar a acuerdos en plazos y términos razonables.
En el segundo aspecto, referido a los trámites administrativos; sí debemos destacar el rol del Ministerio de Energía y Minas, que en el último año ha revisado y depurado los trámites administrativos que son de su competencia, eliminando redundancia en la información solicitada.
Asuntos como los pedidos de vacancia contra el Presidente Pedro Pablo Kuczynski o la definición del concepto de cabeza de cuencas, ¿pudieron haber impactado negativamente en la percepción que se tiene sobre Perú?
El pedido de vacancia confirma que nuestra economía, que se basa en instituciones como el Banco Central de Reserva, el Ministerio de Economía y Finanzas y la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat) ha alcanzado un nivel de madurez destacada y reconocida por toda la comunidad internacional.
Sin embargo, tenemos instituciones políticas que aún no han alcanzado la madurez y disciplina necesaria, para convertirse en entes que respalden y permitan desarrollar el potencial económico pleno del país.
El actual nivel de madurez política o ruido político, nos acompaña y algunos ya estamos acostumbrados; pero sin duda puede influir en la percepción de estabilidad que debe tener un país, que como el Perú aspira a atraer inversionistas internacionales que arriesguen decenas de billones de dólares para desarrollar el pleno potencial del país.
El tema de la cabecera de cuencas es un ejemplo en el mismo sentido; fue una iniciativa que nació en el Congreso de la República, con un sesgo ideológico y que el Poder Ejecutivo ha logrado que se torne en una discusión técnica, como corresponde.