Los españoles dejaron sin cambiar billetes y monedas de peseta por valor de 1.575 millones de euros tras el pasado 30 de junio, el último día para convertir la antigua moneda nacional, según datos del Banco de España.
 
 

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“Ha quedado, por tanto, sin canjear el 3,2 por ciento del valor de los billetes y monedas en pesetas en circulación en diciembre de 2001”, apuntó el organismo en referencia al momento en que entró en circulación la moneda única europea, que convivió durante los dos primeros meses de 2002 con la peseta, para hacer posible la adaptación de los ciudadanos.
 
El Banco de España también señala que la mayor parte del cambio de moneda se hizo en el primer semestre del año 2002, un 94,5 por ciento de lo cambiado.
 
En este primer periodo los cambios se podían hacer tanto en la sede del organismo supervisor, en Madrid, como en cualquier sucursal bancaria del país.
 
La peseta fue la moneda oficial española desde 1868 y testigo a través de los rostros que aparecían en sus unidades de la historia española del siglo XX, por lo que era considerada uno de los símbolos nacionales por la población.
 
A lo largo de su historia sufrió varias devaluaciones. Su última crisis fue entre los años 1992 y 1993, cuando el Gobierno del socialista Felipe González devaluó su valor hasta en tres ocasiones.
 
El tipo de cambio que se estableció respecto al euro fue de 166,386 pesetas por cada euro; aunque la mayoría de los españoles en los primeros tiempos de circulación de la moneda común europea recurrían para sus cálculos mentales a la simplificación que equiparaba 6 euros a 1.000 pesetas, lo que suponía un cambio de 166,67 pesetas por cada euro. 
 
 
Con información de Sputnik