Siguiendo con su torpeza y afán de notoriedad, el presidente del Consejo de Ministros Guido Bellido (que en lugar de hablar parece sólo dar gruñidos, balidos y rebuznos) causó un alza récord del precio del dólar, que cerró este lunes 27 de setiembre en 4.12 la compra y 4.15 la venta.
La amenaza deo Bellido de nacionalización del gas de Camisea no sólo disparó el precio de dicha moneda, sino que escandalizó a políticos de los diversos partidos, quienes criticaron su irresponsabilidad, que ahonda la incertidumbre sobre nuestra economía.
“Convocamos a la empresa explotadora y comercializadora del gas de Camisea, para renegociar el reparto de utilidades a favor del Estado, caso contrario, optaremos por la recuperación o nacionalización de nuestro yacimiento”, dijo Bellido en Twitter.
El presidente Pedro Castillo rompió su costumbre de guardar silencio y lo desautorizó: “Cualquier renegociación se dará con respeto irrestricto al Estado de derecho y velando por los intereses nacionales. El Estado y el sector privado trabajando juntos por un Perú mejor”, dijo.
No basta
Sin embargo, parece que el mandatario no entiende que Bellido es un factor de inestabilidad, pues en lugar de anunciar su cambio juega al muertito desde los primeros días, pese a que además el sujeto tiene denuncias por diversos delitos.
Castillo en su campaña repetía hasta el cansancio que el pueblo debe decidir muchas cosas. Pues el pueblo rechaza la imposición de un sujeto que para muchos ya no sólo es impresentable, sino despreciable.
Al parecer, rodearse de asesores cajamarquinos que seguramente sólo saben adularlo, está hundiendo la imagen del mandatario, que está rumbo al despeñadero, como el expresidente Martín Vizcarra, por rodearse de sus paisanos moqueguanos en lugar de buscar profesionales de primera, como además lo prometió.
