Perú registraría hasta 6.8 puntos porcentuales menos en su PBI, en año 2030, en un escenario climático extremo

Si bien el sector agrícola sería el principal afectado con el inminente cambio climático en el Perú, de presentarse un escenario climático extremo, hacia el año 2030, el Producto Bruto Interno (PBI) del país crecería entre 5.7 y 6.8 puntos porcentuales menos de lo que se registraría si no hubiera presencia del cambio climático en el país, refirió la Cámara de Comercio de Lima.

 

Temperatura global y emisión de GEI (Var. acum. Período base 1900)


El gremio empresarial indicó que de acuerdo a estimaciones realizadas por el Banco Central de Reserva (BCR) de nuestro país hacia el año 2030, el impacto de un problema mundial como el cambio climático repercutirá seriamente en las cifras de crecimiento de nuestro PBI.

Por ello, la Cámara de Comercio de Lima considera que es necesario adoptar como política de Estado la prevención de los efectos del cambio climático en el Perú.

A fin de contribuir al debate y la toma de conciencia empresarial y de la opinión pública respecto a este tema, la CCL realizará el próximo 3 de setiembre el I Foro Internacional “Cambio Climático: su Desarrollo y Efectos Económicos”, en coordinación con el Ministerio del Ambiente (Minam), el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Universidad Científica del Sur y PERUCÁMARAS.

El objetivo es analizar el desarrollo y los efectos económicos de un problema que repercutirá en el desempeño de la economía mundial y, especialmente, de la peruana.

Potenciales impactos en Perú
Con 28.2 millones de habitantes en la actualidad, alrededor del 27,1% de la población peruana vive en zonas rurales y están dedicadas, en su mayoría, a actividades extractivas primarias (agricultura, pesquería) que dependen de fuentes energéticas vulnerables al cambio climático, motivo por el que la fragilidad del territorio peruano es muy grande ante fenómenos naturales como El Niño, deslizamientos, aluviones, inundaciones, huaycos y aludes.

El Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la CCL considera que el sector agrícola sería el más afectado por el cambio climático, pues disminuirían los rendimientos de las cosechas y la producción ganadera. Asimismo, sectores como pesca y acuicultura también se verían afectados.

De la misma forma se prevé un fuerte impacto en el sector energético, tanto en la oferta como en la demanda de energía, debido a que las consecuencias previstas sobre las precipitaciones y el deshielo de los glaciares incidirían en la producción de energía hidráulica.

Cabe señalar que tras 30 años de estudio (1976 – 2006) se ha establecido que en los primeros 15 años el promedio del retroceso glaciar fue de seis metros por año, mientras que en los últimos 15 años aumentó a 60 metros anuales, por lo que en el año 2025 los glaciares peruanos por debajo de los 5.500 metros sobre el nivel del mar desaparecerían, afectando severamente las reservas de agua, reduciéndose su disponibilidad tanto para consumo humano, procesos industriales y generación de energía por fuente hidroeléctrica.

Alerta en la región
Para la CCL, la prevista disminución de la productividad de algunos cultivos importantes tendría consecuencias adversas en la seguridad alimentaria, por lo que es probable que el cambio climático reduzca la oferta mundial de alimentos.

Al respecto, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha identificado 12 regiones del mundo con mayores problemas de seguridad alimentaria tomando en cuenta las similitudes en materia de dieta, sistemas productivos agrícolas y proporción de población desnutrida.

Dos de esas regiones se encuentran en América Latina y sus cultivos más sensibles serían: en la región andina, palma aceitera, soja, caña de azúcar, yuca, papas, maíz, cebada, arroz y trigo; y en Brasil, soja, caña de azúcar, yuca, maíz, arroz y trigo.

Aunque todos estos fenómenos tienen fuertes repercusiones sobre la economía, la Cámara de Comercio de Lima señala que el cambio climático también produce daños a las infraestructuras (edificios, transportes y suministro de agua y electricidad) y supone una amenaza concreta en zonas densamente pobladas.

Y, debido a que este tipo de condiciones meteorológicas cambiantes tendrán importantes consecuencias sobre la sanidad humana y la salud animal y vegetal, resulta probable que al intensificarse la frecuencia de fenómenos extremos se aumenten las muertes y enfermedades relacionadas con el clima.

De esta manera, el cambio climático podría acelerar la propagación de enfermedades infecciosas graves transmisibles por vectores, incluidas las zoonosis, convirtiéndose en una amenaza para el bienestar de los animales y pudiendo incluso afectar la salud vegetal, al favorecer la aparición o migración de organismos nocivos que podrían perjudicar gravemente la producción y el comercio de animales, plantas y productos derivados.