La sequía que afecta la producción agrícola de Argentina puede llegar a reducir el Producto Interior Bruto (PIB) de la nación sudamericana entre 1,1 por ciento y 1,8 por ciento, según un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires que esboza dos estimaciones según la gravedad de las condiciones climáticas.
"El impacto negativo de la sequía con relación a las proyecciones de septiembre es equivalente al 1,1 por ciento o 1,8 por ciento del PBI, según sea el escenario", sostuvo el organismo en un informe difundido este miércoles.
Las elevadas temperaturas y la escasa humedad del terreno son los principales factores que inciden sobre los cultivos de soja, maíz y girasol.
De persistir los factores climáticos actuales, la Bolsa de Buenos Aires prevé una reducción de las exportaciones de entre 9.226 millones de dólares y 14.115 millones.
El Estado, a su vez, dejaría de recaudar entre 3.143 millones de dólares y 4.739 millones, lo que representa una caída de entre 18 y 24 por ciento respecto a lo percibido el año anterior, debido sobre todo a una reducción de los derechos de exportación.
El fenómeno La Niña, que en Argentina lleva a que por tercera campaña consecutiva las lluvias sean menores a lo habitual, llevó a la Bolsa de Buenos Aires a plantear un pronóstico moderado y otra previsión más pesimista.
En el primer escenario, la cosecha de soja quedaría delimitada a 41 millones de toneladas, la de maíz a 44,5 millones de toneladas y la de girasol a 3,7 millones de toneladas.
En la estimación más negativa, la cosecha de soja no superaría las 35,5 toneladas, la de maíz quedaría 37,8 millones de toneladas, y la de girasol, en 3,5 millones de toneladas.
"Estas cifras no miden las interacciones con otros sectores, como por ejemplo a través de efectos multiplicadores, ni otras variables macroeconómicas, las cuales profundizarían estos resultados", advirtió la institución.
Frentes de tormenta aislados no permiten revertir la falta de humedad en la superficie y el bajo nivel de reservas hídricas que afecta a gran parte del territorio argentino, señaló la entidad.
Mientras que el desempeño de los cultivos de invierno ya está definido, los del verano se encuentran en plena siembra.
Aunque está previsto que las lluvias se reanuden a mitad de febrero, "la transición hacia dicho escenario será lento y se espera que las precipitaciones de lo que resta del mes de enero y la primera semana de febrero se mantengan por debajo de la media, mientras que las temperaturas máximas podrían mantenerse por encima a los promedios", advirtió la Bolsa de Buenos Aires.
De los 53.092 millones de dólares que ingresaron al país sudamericano en los últimos doce meses, el sector agroindustrial aportó el 77 por ciento.
Con información de Sputnik