Adex comparte preocupación de PPK por impacto de capitales especulativos
El presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX), José Luis Silva Martinot, compartió la preocupación del ex ministro de Economía, Pedro Pablo Kuzcynski, respecto al impacto negativo de un tipo de cambio bajo que dificultaría la recuperación de las exportaciones peruanas, severamente perjudicadas por la crisis financiera internacional.
Más aún, solicitó al Banco Central de Reserva (BCR) evaluar permanentemente los movimientos de esos capitales para actuar de manera oportuna y contundente porque la especulación es una amenaza permanente que varía constantemente sus modos de penetración. “Hoy tenemos acciones al alza en nuestra Bolsa de Valores y un tipo de cambio a la baja, lo que es una combinación perfecta para atraer capitales furtivos” agregó.
Luego de manifestar que un tipo de cambio bajo perjudica a las exportaciones no tradicionales, en especial de las confecciones y agroindustrias, opinó que a los exportadores les gustaría que el BCR tenga un sistema de información expeditivo que les ayude a despejar cualquier rumor especulativo y que les permita actuar rápidamente, elevando, si fuera necesario la tasa de encaje a 130%.
Llueve sobre mojado
Refiriéndose a la situación del sector exportador, el presidente de ADEX manifestó que por efectos de la caída del dólar (2% en lo que va de septiembre y en 3.3% en los dos últimos meses), el precio de nuestros productos exportados cayeron 7.7% en agosto último, respecto al mes anterior.
En ese mismo período, continuó, los exportadores incrementaron su volumen de ventas en 5.2%, sin embargo, el valor de las exportaciones disminuyó en 2.9%. Agregó que los exportadores esperaban un crecimiento de 7% que les permita abrigar la esperanza de una franca recuperación, sin embargo, las cifras preliminares de agosto, no solo ponen en duda la recuperación de las exportaciones, sino también la meta de crecimiento económico del gobierno que cada vez se acerca más al fatídico 0% para fin de año.
“Las autoridades económicas tienen que considerar que estamos en medio de una crisis y que, para bien de todo el país, es importante salir de ella lo más pronto posible. Todos deberíamos estar de acuerdo que la recuperación frente a la crisis debe ser prioritario y que todo otro objetivo debe subordinarse a ello”, enfatizó
Finalmente, subrayó que los exportadores no pretenden ninguna fijación del tipo de cambio, sino una vigilancia estricta en el ingreso de los capitales especulativos desestabilizantes.
Luego de manifestar que un tipo de cambio bajo perjudica a las exportaciones no tradicionales, en especial de las confecciones y agroindustrias, opinó que a los exportadores les gustaría que el BCR tenga un sistema de información expeditivo que les ayude a despejar cualquier rumor especulativo y que les permita actuar rápidamente, elevando, si fuera necesario la tasa de encaje a 130%.
Llueve sobre mojado
Refiriéndose a la situación del sector exportador, el presidente de ADEX manifestó que por efectos de la caída del dólar (2% en lo que va de septiembre y en 3.3% en los dos últimos meses), el precio de nuestros productos exportados cayeron 7.7% en agosto último, respecto al mes anterior.
En ese mismo período, continuó, los exportadores incrementaron su volumen de ventas en 5.2%, sin embargo, el valor de las exportaciones disminuyó en 2.9%. Agregó que los exportadores esperaban un crecimiento de 7% que les permita abrigar la esperanza de una franca recuperación, sin embargo, las cifras preliminares de agosto, no solo ponen en duda la recuperación de las exportaciones, sino también la meta de crecimiento económico del gobierno que cada vez se acerca más al fatídico 0% para fin de año.
“Las autoridades económicas tienen que considerar que estamos en medio de una crisis y que, para bien de todo el país, es importante salir de ella lo más pronto posible. Todos deberíamos estar de acuerdo que la recuperación frente a la crisis debe ser prioritario y que todo otro objetivo debe subordinarse a ello”, enfatizó
Finalmente, subrayó que los exportadores no pretenden ninguna fijación del tipo de cambio, sino una vigilancia estricta en el ingreso de los capitales especulativos desestabilizantes.