Ventura Ccallamaqui Linda Lema Tucker

Con miras al Bicentenario de la Independencia, en 2021, es importante comenzar a mirar el proceso independentista desde lo femenino, del empoderamiento del género, de su visibilidad e invisibilidad.

 Es difícil pensar en las luchas de la Independencia del Perú sin contar con la participación de la mujer. Este proceso contó con muchas mujeres como protagonistas, heroínas olvidadas que no han sido tomadas en cuenta a la hora de coser las historias del Perú.

Somos una sociedad que olvidó y desestimó la acción que le cupo a la mujer en importantes episodios vividos en nuestro país. Contamos con una historia que muestra el desarrollo de los sucesos históricos, pensados en exclusividad por protagonistas varones, convertidos en figuras centrales del acontecer histórico.

En el siglo XX, la mujer comenzó a dejar de ser víctima para convertirse en protagonista.

En el Perú, en los años ochenta, emerge un movimiento feminista vibrante y mujeres como yo comenzamos a revisar con nuevos ojos nuestro desarrollo histórico, intentando visibilizar a las mujeres olvidadas.

Empezamos a desentrañar en viejos anaqueles de la Biblioteca, libros, diarios, revistas que visibilizaran la voz de Juana Manuela Gorriti, cuyas tertulias fueron preludio del feminismo de la primera etapa (principios siglo XX).

Hallamos a Mercedes Cabello, Elvira García y García, reconocidas por su labor de educadoras y no como precursoras de sus luchas emprendidas a favor de la mujer. Identificamos a María Jesús Alvarado, destacada sufragista, silenciada. A través de escritos sobre su vida y obra la colocamos en su espacio protagónico, y en su honor, en 1983, inauguramos una institución feminista que llevó su nombre.

Entonces, no se trata del discurso que relata las glorias de los héroes del pasado, es el discurso del cual habla Foucault, el discurso que se ha quedado en silencio, de los que quizá tuvieron la gloria, pero perdieron la palabra y su voz.

¿Pero, qué ocurrió con las mujeres peruanas que participaron en la Independencia del Perú y quiénes fueron estas heroínas silenciadas?

La historia recuerda a Micaela Bastidas, María Parado de Bellido, Francisca de Zubiaga, pero la mayoría de mujeres que fueron partícipes del complejo proceso independentista, han sido silenciadas.

INSURGENTES Y OLVIDADAS

El papel de la mujer en las luchas independentistas trastocó la mística de domesticidad a la cual la sociedad colonial la había sometido. Las nuevas ideas abrieron la puerta para que la mujer salte al escenario público y asuma un protagonismo relevante, rompiendo las barreras que la colonia impuso a su género.

En esa circunstancia, la clase social y la raza juntaban a las mujeres en un sentir compartido en la lucha por la independencia.

En el estudio “La mujer del siglo XIX en el Perú: De la penumbra del hogar a las primeras reivindicaciones feministas”, publicado en la revista “Mujer y Sociedad” (1981), sostuve que la intervención de la mujer se produjo en todos los niveles sociales, desde las del pueblo, indígenas, negras y mestizas en su mayoría, hasta las criollas de las élites sociales.

“Encontramos a mujeres de la ciudad, manteniendo frecuente correspondencia con los jefes rebeldes, distribuyendo la propaganda o enviando medicinas y ropa a las provincias. Son el caso, aquellas mujeres que perteneciendo a la aristocracia virreinal se hallaron firmemente comprometidas en el proyecto criollo y contribuyeron a sustentarlo.

Las mujeres constituyeron una peligrosa red de espionaje que minó la organización del ejército realista. La misma saya y el manto pasó a ser un instrumento de subversión, tras el holgado vestido, las tapadas ocultaban arriesgadas comunicaciones, burlando la vigilancia de las guardias españolas.” (Ídem).

Por estas arriesgadas acciones, en 1822, San Martín entregó la “Orden del Sol del Perú” y condecoró a 112 mujeres que habían destacado en delicadas actividades patrióticas.

HEROÍNAS INDÍGENAS, NEGRAS Y MULATAS

No solo las mujeres de clase alta participaron en estas acciones, miles de mujeres indígenas, negras y mulatas participaron en esta grandiosa gesta. Sin embargo, sus luchas fueron destacadas, pero silenciadas. Sin estas valientes mujeres no hubiera triunfado la Independencia del Perú.

Ventura Ccallamaqui (1814) dirigió en forma resuelta al pueblo para que saliera a combatir con los patriotas. En medio de gritos y gran bullicio, Ventura y otras mujeres solicitaban sumarse a la columna patriótica que avanzaban triunfante hacia Huamanga.

La heroína exigía apoyo para la Rebelión del Cusco, escuchándose el primer grito de rebeldía de cientos de valerosas mujeres huamanguinas. Gracias a Ccallamaqui, los patriotas entraron triunfantes en Huamanga.

Las mujeres andinas participaron aguerridamente.

“En las guerrillas de 1821, en las inmediaciones de las quebradas de Lima, orientadas a detener el avance del ejército realista (…) destacan las Toledo, la madre y sus hijas, Teresa y Ana, quienes crearon el proyecto para evitar el paso del general español Valdez; reunieron armas, hombres y mujeres y tomadas en armas esperaron al enemigo en las cercanías del río Marañon. Las Toledo corrieron a la cabeza del puente y cortaron las amarras con las herramientas. Esta operación fue realizada con destreza y entre las balas del enemigo, y quienes cometieron la temeridad de pasar al lado opuesto del puente cayeron al río.” (ídem)

No podíamos olvidar a las rabonas, heroínas más que mujer soldado, mujeres que iban a la retaguardia de todos los ejércitos. Quedan pocas en la memoria. Este hecho fue destacado por el economista Virgilio Roel, quien relata que cumplían muchas funciones.

Eran guerreras en el momento necesario, cargaban el fusil y salían a pelear; cocineras y aguateras, llegaban a los pueblos y encendían los fuegos, entre el humo y el fuego de batallas se percibían sus siluetas con sus ponchos multicolores transportando vasijas de agua para los moribundos y fuentes de comida para los hambrientos.

Las rabonas estuvieron en el nacimiento de la patria socorriendo a los heridos, ayudando a morir, sepultándolos y rezando por ellos, todas eran expertas en el uso de hierbas y tisanas.

RESCATAR SU VOZ

? Estas mujeres, fueron heroínas, siempre incómodas para aquella historia pensada en exclusividad por protagonistas varones, convertidos en figuras centrales del acontecer histórico del Perú.

Será tarea de la mujer, rescatar la voz de mujeres, aún silenciadas.

Por Diario UNO el 03.08.2014