Las aguas de algunas playas de Sidney, Australia, se tornaron rojas por la proliferación de un tipo de algas de color rojo vivo.
Ante el fenómeno las autoridades cerraron las playas, pues la presencia de las algas puede causar irritación de piel y ojos.
No obstante, esta coloración no es extraña para los australiano. Sucede a veces cuando se presentan ciertas condiciones: sube la temperatura del agua, entre primavera y otoño, lo cual coincide con corrientes oceánicas.