vaticano san pedroAnte la difusión copiosa de augurios y supuestas profecías que anuncian el fin del mundo para el 21 de diciembre de este año, el director de Observatorio Astronómico de la Santa Sede, José Funes, instó a la población a no preocuparse por las “profecías” de los mayas.

Funes sacerdote jesuita, señaló que “No vale la pena discutir la base científica de esas afirmaciones, obviamente falsas”, refiriéndose a estas predicciones, alentadas por los productores de cine, libro, internet y otros medios.

Aseguró que el mundo, “por ahora”, no se acabará y llamó a no preocuparse por “profecías” como la que se atribuye a los mayas, de quienes falsamente se dice fijaron el fin del mundo para el próximo 21 de diciembre.

“Según esa profecía, se verificaría una alineación de los planetas y del Sol con el centro de la Vía Láctea y una inversión de los polos magnéticos del campo terrestre. No vale la pena discutir la base científica de esas afirmaciones, obviamente falsas”, sentenció en declaraciones para L’Osservatore Romano.

Explicó que en 2003, cuando asistía a un curso en la Universidad de Tegucigalpa, de astronomía extragaláctica, visitó las ruinas de Copán (Honduras) y constató la capacidad de observación del cielo que mostraban los mayas.

Sostuvo que los mayas no se preguntaban si la tierra o el sol eran el centro del cosmos, estaban más interesados en encontrar “un diseño repetitivo de observaciones pasadas que se pudieran reproducir en el futuro, porque en esa cultura el tiempo tenía una dimensión cíclica y repetitiva”.

Sobre el destino del cosmos, recordó que se sabe que el universo comenzó hace unos 14.000 millones de años, que está compuesto por el 4% de materia ordinaria, el 23% de materia oscura y el 73% de energía oscura y que, según los datos más fiables, se expande continuamente, y esa expansión está acelerada por la energía oscura.