La sanación en la gruta de Lourdes de una monja de una larga enfermedad ha sido reconocida como milagro por el obispo de Beauvais, Francia, Jacques Benoit-Gonin.
Se trata del septuagésimo milagro reconocido en el santuario de Lourdes, que acoge a miles de peregrinos, informa AP.
La proclamación del milagro se realizó una década después que la monja Bernadette Moriau asistió a la ceremonia de bendición de los enfermos en dicho santuario, escenario, hace 160 años, de la aparición de la Virgen María a una aldeana de 14 años, Bernadette Soubirous, ya canonizada, cuyo cuerpo fue hallado incorrupto a más de 30 años de su muerte. Las aguas de dicha gruta sanaron a muchas personas.
En Lourdes se reportan muchos casos de curaciones, pero sólo se reconocen aquellas que pasan por exhaustivos exámenes médicos y con expediente médico de la enfermedad antes de la sanación, como es este nuevo caso, aprobado por el Comité Médico Internacional de Lourdes.
Moriau pasó por cuatro operaciones en la columna entre 1968 y 1975 y fue declarada con incapacidad física total en 1980. Uno de sus pies quedó torcido y debió usar un aparato ortopédico y silla de ruedas. Para el fuerte dolor la trataron con morfina.
La religiosa, de la congregación de las hermanas franciscanas Oblatas del Sagrado Corazón de Jesús, tiene ahora 79 años y declaró que “nunca pidió un milagro”, que aconteció en julio de 2008.
Cuando regresó de Lourdes a su convento cerca de Beauvais, al rezar en la capilla sintió una sensación de bienestar, calor y relajación en su cuerpo. Cuando fue a su habitación esuchó una voz que le dijo: “quítate los aparatos” y se sorprendió al ver que había recuperado la capacidad de moverse.
Enseguida dejó todos sus accesorios ortopédicos y la morfina. Días después incluso fue capaz de escalar en un trayecto de cinco kilómetros.
El obispo dijo que el “súbito, instantáneo, completo y durable cambio” indicó un posible milagro. El comité médico de Lourdes declaró su cura inexplicable “en el presente estado de nuestro conocimiento científico”.
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