Comparan ataques al Papa con el antisemitismo
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El padre Raniero Cantalamessa, Predicador de la Casa Pontificia desde 1980, quien tomó la palabra durante la liturgia de Viernes Santo en la Basílica de San Pedro para comparar los ataques al papa Benedicto XVI y a la Iglesia Católica con el antisemitismo.
Cantalamessa habló en presencia del romano Pontífice para referirse a las acusaciones de encubrimiento o negligencia en casos de pederastia hace décadas, algunas de las cuales van dirigidas al mismo Benedicto XVI, cuando era cardenal.
El sacerdote recordó la persecución colectiva contra los judíos a través de la historia y comparó su situación con los ataques actuales a la Iglesia por el escándalo e incluso leyó parte de una carta de un amigo judío que rechazaba los ataques violentos contra la Iglesia y el Papa, "el uso de estereotipos, el traspaso de la responsabilidad personal y la culpa a una culpa colectiva me recuerdan los aspectos más vergonzosos del antisemitismo", manifestó leyendo esa carta.
El Vaticano califica de “innoble” al intento de los medios de calumniar al Papa a como dé lugar y señala que la culpa de los individuos que cometieron los crímenes, a pesar de ser atroz, no puede ser traspasada al Papa o a la totalidad de la Iglesia.
El Vaticano negó el encubrimiento del abuso de 200 niños sordos en Estados Unidos por parte del reverendo Lawrence Murphy entre 1950 y 1974, acusación lanzada por The New York Times diciendo que el Vaticano y el entonces cardenal Joseph Ratzinger, ahora Benedicto XVI, fueron advertidos de la conducta de Murhpy, pero no lo apartaron de sus funciones, pues el Vaticano sólo fue informado más de 20 años después de ocurridos los hechos y poco antes de la muerte del pederasta.
Sobre la otra acusación contra Benedicto XVI, cuando era arzobispo de Munich, por presuntamente no haber sancionado a un sacerdote pederasta y que fue restituido en sus funciones y abusó de niños, el Vaticano asegura que la decisión de que siguiera ejerciendo no fue tomada por su el cardenal Ratzinger, hoy Papa.
El sacerdote recordó la persecución colectiva contra los judíos a través de la historia y comparó su situación con los ataques actuales a la Iglesia por el escándalo e incluso leyó parte de una carta de un amigo judío que rechazaba los ataques violentos contra la Iglesia y el Papa, "el uso de estereotipos, el traspaso de la responsabilidad personal y la culpa a una culpa colectiva me recuerdan los aspectos más vergonzosos del antisemitismo", manifestó leyendo esa carta.
El Vaticano califica de “innoble” al intento de los medios de calumniar al Papa a como dé lugar y señala que la culpa de los individuos que cometieron los crímenes, a pesar de ser atroz, no puede ser traspasada al Papa o a la totalidad de la Iglesia.
El Vaticano negó el encubrimiento del abuso de 200 niños sordos en Estados Unidos por parte del reverendo Lawrence Murphy entre 1950 y 1974, acusación lanzada por The New York Times diciendo que el Vaticano y el entonces cardenal Joseph Ratzinger, ahora Benedicto XVI, fueron advertidos de la conducta de Murhpy, pero no lo apartaron de sus funciones, pues el Vaticano sólo fue informado más de 20 años después de ocurridos los hechos y poco antes de la muerte del pederasta.
Sobre la otra acusación contra Benedicto XVI, cuando era arzobispo de Munich, por presuntamente no haber sancionado a un sacerdote pederasta y que fue restituido en sus funciones y abusó de niños, el Vaticano asegura que la decisión de que siguiera ejerciendo no fue tomada por su el cardenal Ratzinger, hoy Papa.
