Armada de Turquía escoltará naves de ayuda a Gaza
Tensión podría terminar en conflicto armado
Ante el ataque de Israel a la flotilla pacífica y civil de ayuda humanitaria, el gobierno turco anunció que insistirá en llevar ayuda humanitaria a Gaza con naves escoltadas por su marina de guerra, lo cual, podría conducir a un conflicto armado entre Israel y Turquía, noticia que no es puesta de relieve en la prensa internacional, excepto en algunos medios como IBN de la India.
Tensión podría terminar en conflicto armado
Ante el ataque de Israel a la flotilla pacífica y civil de ayuda humanitaria, el gobierno turco anunció que insistirá en llevar ayuda humanitaria a Gaza con naves escoltadas por su marina de guerra, lo cual, podría conducir a un conflicto armado entre Israel y Turquía, noticia que no es puesta de relieve en la prensa internacional, excepto en algunos medios como IBN de la India.
De persistir el comportamiento de Israel de violar el derecho internacional perpetrando actos de piratería en aguas internacionales para asaltar a estas naves civiles y multinacionales, con la finalidad de impedir la entrega de ayuda humanitaria, la armada turca responderá y el conflicto podría escalar hasta niveles sobre los cuales no se puede poner límites.
Israel impone un ilegal e inhumano bloqueo contra Gaza, no permitiéndole recibir naves en sus costas y bloqueando el acceso en tierra a suministros como agua, medicinas, alimentos y hasta cemento, pues Israel pretende que Gaza tenga por mucho tiempo sin reconstruir las viviendas que destruyó en forma criminal durante los ataques que perpetró entre fines del 2008 y principios del 2009.
Cuando un país de la OTAN es atacado, esta organización debe actuar para defenderlo. Turquía pertenece a la OTAN, por lo cual se produciría una situación sin precedentes en caso de que ambos países enfrenten a sus fuerzas armadas.
Como era de esperarse, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, pidió castigo y condena contra Israel por lo que calificó de “masacre sangrienta, irresponsable e insolente” y “terrorismo de estado” al ataque contra la flotilla humanitaria que dejó por lo menos 9 muertos, cifra que fue modificada y debe confirmarse.
"Israel no debe poner a prueba la paciencia de Turquía, la amistad de Turquía es preciada, pero su enemistad es tanto más violenta", fueron las palabras contundentes de Erdogan, quien dijo también que Israel "dinamita la paz regional".
Por lo pronto, Turquía llamó a su embajador en Israel, congeló los ejercicios militares conjuntos programados con ese país, aunque Israel ya estaba disgustado con el gobierno turco por haberse acercado al grupo Hamas de Palestina y haber estrechado vínculos diplomáticos con Irán y Siria, enemigos de Israel.
Israel deberá calcular bien antes de lanzar un nuevo ataque pues el intercambio entre ambos países es multimillonario, de más de tres mil millones de dólares en comercio y unos dos mil en equipamiento militar.
Pese a todo, nada hace suponer que de la noche a la mañana Israel se convierte de país genocida y violador del derecho internacional en un país respetuoso de la ley internacional y del derecho humanitario, pues siente que el apoyo de los Estados Unidos continuará sin condiciones.
Israel impone un ilegal e inhumano bloqueo contra Gaza, no permitiéndole recibir naves en sus costas y bloqueando el acceso en tierra a suministros como agua, medicinas, alimentos y hasta cemento, pues Israel pretende que Gaza tenga por mucho tiempo sin reconstruir las viviendas que destruyó en forma criminal durante los ataques que perpetró entre fines del 2008 y principios del 2009.
Cuando un país de la OTAN es atacado, esta organización debe actuar para defenderlo. Turquía pertenece a la OTAN, por lo cual se produciría una situación sin precedentes en caso de que ambos países enfrenten a sus fuerzas armadas.
Como era de esperarse, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, pidió castigo y condena contra Israel por lo que calificó de “masacre sangrienta, irresponsable e insolente” y “terrorismo de estado” al ataque contra la flotilla humanitaria que dejó por lo menos 9 muertos, cifra que fue modificada y debe confirmarse.
"Israel no debe poner a prueba la paciencia de Turquía, la amistad de Turquía es preciada, pero su enemistad es tanto más violenta", fueron las palabras contundentes de Erdogan, quien dijo también que Israel "dinamita la paz regional".
Por lo pronto, Turquía llamó a su embajador en Israel, congeló los ejercicios militares conjuntos programados con ese país, aunque Israel ya estaba disgustado con el gobierno turco por haberse acercado al grupo Hamas de Palestina y haber estrechado vínculos diplomáticos con Irán y Siria, enemigos de Israel.
Israel deberá calcular bien antes de lanzar un nuevo ataque pues el intercambio entre ambos países es multimillonario, de más de tres mil millones de dólares en comercio y unos dos mil en equipamiento militar.
Pese a todo, nada hace suponer que de la noche a la mañana Israel se convierte de país genocida y violador del derecho internacional en un país respetuoso de la ley internacional y del derecho humanitario, pues siente que el apoyo de los Estados Unidos continuará sin condiciones.