El caso que impresiona a Francia (ver Mató a su compañero de prisión y se lo comió por mirarlo mal) ocurrió cuando, Cocaign, quien compartía una celda con dos presos, se puso furioso por la forma en que Baudry atoraba con papel el inodoro que compartían y lo emplazó en enero del 2007. Entonces se encontró con “una mirada sucia muy agresiva”.
Entonces comenzó un pugilato entre ambos, que escaló con patadas. Cocaign después atacó a su compañero con una tijera y completó el asesinato asfixiándolo con una bolsa de basura.
Tras matar a Baudry, preparó su cena para comerse el corazón de la víctima. Con una hoja de afeitar había abierto el tórax de Baudry y extraído una parte del pulmón, confundiéndolo con el corazón. Se comió una parte y el resto lo frió con cebolla, aceite de oliva, sal y pimienta en una estufa de campamento que los presos están autorizados a utilizar.
MetroFrance informó que en la audiencia de hoy el doctor Patrick Laburthe, médico legista que realizó la autopsia del cadáver de Baudry, declaró por una hora y aseguró que sin duda alguna la víctima estaba viva cuando Cocaign le cortó un pedazo de pulmón. “Hemos descubierto también sangre en el pulmón derecho de Thierry Baudry, lo que explica que vivía todavía cuando le cortaron el órgano”, precisó.
La familia de la víctima no estaba presente en esta parte del testimonio “Yo mismo les dije que no vengan para que no escuchen escenas de horror”, dijo su abogada Etienne Noël, “sólo espero que haya estado en coma cuando los hechos acaecieron”, concluyó.
Mañana será interrogado Nicolas Cocaign, acusado de “homicidio voluntario” y “acto de barbarie”, aunque los especialistas lo han hallado “parcialmente responsable de sus actos”.
Cocaign reconoció haber actuado bajo un “impulso”. La sentencia se conocerá el jueves en la noche. A Cocaign lo podrían condenar a cadena perpetua.