—Ejército sirio puso en fuga a terroristas que llevaban largo tiempo atrincherados
—Los derrotados pierden importante punto de comunicación con Líbano
Tan pronto como inició la batalla de Yabrud*, culminó [el 16 de marzo] con una resonante victoria. La liberación de la ciudad central de al-Qalamún no precisó más que las horas transcurridas desde la tarde del viernes hasta la madrugada del domingo, la fortaleza de los rebeldes armados se derrumbó más rápidamente de lo previsto. El desbaratamiento de la primera línea defensiva de los insurrectos ante el embate de las unidades del Ejército Sirio, respaldadas por Hezbolláh, desquició las filas de los terroristas.De ahí comenzó la caída gradual.
¿Cómo se desmoronó el bastión de las milicias armadas de la oposición siria en las montañas del Qalamún después de meses de fortalecimiento?, ¿cómo se paralizó la eficacia de los cientos de misiles tipo Kornet y Concours que los terroristas del Frente al-Nusra habían capturado de los depósitos de armas del Ejército Sirio?, ¿dónde desaparecieron los miles de terroristas distribuidos en los pueblos de Qalamún, que amenazaban con duros enfrentamientos con el ejército sirio y los combatientes de Hezbolláh?
Traición y el inicio de la caída
Sobre las tres horas de la tarde del viernes 14, y sin previo aviso, en medio de las filas de los militantes de la oposición estalló una noticia repentina: “Los combatientes de Hezbolláh entraron a Yabrud”. La noticia causó incertidumbre, y al mismo tiempo se difundieron rumores sobre la “traición” de un batallón del llamado “Ejército Libre”, que se había retirado desde el punto fijado alrededor del Hospital Nacional de Yabrud, el lugar de donde ocurrió el asalto [del ejército sirio]. Esto coincidió con la muerte de un jefe militar del “Frente al-Nusra” en Qalamún, Abu Azzam al-Kuwaití, junto a cuatro líderes del grupo en una zona lejos de los frentes de combate. Todo esto se asoció con la propagación de una noticia según la cual “algunas de las figuras clave en los batallones del Ejército Libre son chivatos [soplones] del Gobierno Sirio, y que ellos mataron a los cinco líderes de al-Nusra”.
Paralelamente, un gran número de milicianos abandonaron sus posiciones en Yabrud y se retiraron hacia la localidad de Rankus, sobre todo los afiliados a los grupos “Ejército del Islam” y "Brigada Qadisiyah”, debido a que estaban convencidos de que era imposible persistir contra Hezbolláh en una guerra de guerrilla, ya que el plan consistía en mantener una distancia de dos a tres kilómetros, como línea defensiva, que permitiera utilizar los misiles contra los tanques del Ejército e impedir su avance hacia la ciudad, para evitar una confrontación directa.
A pesar de que los milicianos presumían de ser “guerrilleros más feroces que los de Hezbolláh”, justificaban su “retirada” por la imposibilidad de resistir ante Hezbolláh en una confrontación de “guerrillas” debido a que [Hezbolláh] dispone de “cohetes Volcán” capaces de destruir edificios enteros, lo que elimina la probabilidad de un refugio para combatir. Durante ese tiempo, activistas de la oposición en las redes sociales intercambiaban mensajes sobre el “derrumbamiento moral” entre las filas de la oposición antes de la caída de Yabrud.
Los armados sumaban diez mil
Pese a que miles de milicianos armados se encontraban dentro de Yabrud y en su periferia, la mayoría huyó antes de la batalla en dirección a Flitah (oeste) y Rankus (sur). Sólo unos centenares pertenecientes a los grupos “Frente al-Nusra”, “Brigada Verde” y un tercer grupo se quedaron en el campo de batalla.
“Los que llevan armas superan los diez mil, pero los que combaten no alcanzan los quinientos”, comentó uno de los jefes militares al ser preguntado por el número de los milicianos en Qalamún.
Los miembros del llamado “Ejército Libre” fueron los primeros en salir, mientras algunos grupúsculos de al-Nusra lucharon hasta la muerte, agregó.
Corredores secretos y la infiltración
El diario libanés al-Akhbar reveló el plan de ataque realizado por el Ejército Sirio, en cooperación con Hezbolláh, que irrumpió en las fortalezas de los milicianos atrincherados en Yabrud. Las fuentes del diario revelan que el primer ataque se lanzó desde las granjas de Rima hacia la entrada oriental de Yabrud, y logró destruir los puntos de refuerzo de los milicianos.
El éxito de este avance fue reforzado por el elemento sorpresa, dado que los milicianos de la oposición preveían que el ataque se haría por el frente de Sohl-Flitah (norte), pero sus previsiones no acertaron. El avance [del ejército] se desarrolló desde la colina al-Aqba en dirección al club deportivo y el hospital de campaña. La información señala que los tanques del Ejército Sirio jugaron un papel clave en la destrucción de las defensas de los milicianos armados, y revela que el ataque se llevó a cabo de la siguiente manera.
Comandos formados por reducido número de hombres (de 4 a 7) se acercaron hasta las colinas que dominan Yabrud, con la participación de francotiradores equipados con visores nocturnos. La misión de estos comandos consistía en paralizar los equipos de refuerzo en el campamento de los insurrectos. Los tanques avanzaron de noche para evitar los misiles Kornet y Concourse, y se apostaron en las colinas para destruir puntos determinados dentro de la ciudad. El proceso se efectuó bajo cortina de intenso fuego artillero.
Transformar las colinas en base de fuego
Mientras tanto, las excavadoras llegaron a abrir corredores y crear terraplenes para el paso de los tanques hacia su objetivo. Bajo cubertura de fuego por fuerzas de élite que lograron mantener violentos enfrentamientos en las afueras de la ciudad, los tanques pudieron llegar hasta la entrada de Yabrud, y también abrieron pasillos a cada una de las colinas de Kuwaití, Qatarí y la de Mar Maron, que dominan directamente la ciudad de Yabrud. Luego con la ayuda de artillería pesada los aviones descargaron decenas de “barriles explosivos”. Los milicianos, carentes de profesionalidad, no contaban con una línea de defensa alternativa, se sentían cercados y se desmoralizaron.
La fuga entre Rankous, Flita y Arsal
Al sentir el impacto de los enfrentamientos, cientos de milicianos, sucesivamente, se retiraban de Yabrud. Las primeras horas de la madrugada del domingo marcaron el gran hundimiento en las filas de los milicianos; pero eso no significaba el fin de los enfrentamientos, que continuaron esporádicos en algunos barrios de la ciudad. El proceso de retirada ocurrió en direcciones diferentes. Una gran parte de los milicianos huyeron hacia los pueblos de Ras al-Ain, que alberga la sede de al-Nusra en Qalamún, y Rankus. Otros grupos fugaron hacia Flita y Ras al-Maara, dos localidades cercanas a la ciudad de Arsal en Líbano. Mientras, otros continuaron su marcha hasta entrar en territorio libanés, llevando consigo un gran número de heridos.
No se sabe el número de personas que murieron durante los enfrentamientos, no se han registrado números específicos. Pero algunas fuentes revelan que el número de combatientes pertenecientes a Hezbolláh que perdieron la vida desde el inicio de la batalla de Qalamún, hace un mes, no supera los cuarenta mártires. Por otro lado, los armados de la oposición perdieron unos 400 milicianos. Otras fuentes elevan el número de muertos a 600 desde el comienzo de la batalla.
Al-Ahed News, 22-03-2014
http://spanish.alahednews.com.lb/essaydetails.php?eid=11776&cid=22
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* Ciudad 80 km al norte de Damasco. [Nota de Con nuestro Perú.]
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