Lourdes Gómez
 
La intención del primer ministro Boris Johnson de levantar, en Inglaterra, las restricciones contra el covid-19 en plena ola de infecciones de la variante Delta ha sembrado confusión y malestar en sectores sociales y laborales.
 
 

Boris Johnson 3

 

 
"Demasiado pronto y demasiadas cosas", denunció el sindicalista Paddy Lilis. El secretario general de Usdaw, el principal sindicato británico del sector comercial, criticó así la revisada hoja de ruta de Johnson, que contempla eliminar casi todas las restricciones del coronavirus, el 19 de julio, en Inglaterra.
 
La decisión final se tomará la semana próxima, pero el mandatario conservador prácticamente dio por descontado la inminente liberación de las actividades sociales y económicas que han estado prohibidas o clausuradas en los últimos dieciséis meses.
 
VUELTA A LA NORMALIDAD
 
"Si no podemos reabrir nuestra sociedad en las próximas semanas, cuando nos ayudarán el verano y las vacaciones escolares, ¿cuándo podremos recuperar la normalidad?", cuestionó el jefe del Ejecutivo en un mensaje a la nación emitido por televisión este lunes 5.
 
Johnson y el nuevo ministro de Sanidad, Sajid Javid, apuestan ahora por acostumbrarse a "vivir con el covid", sin regulaciones impuestas por ley o decreto e instando a la "responsabilidad personal" de cada individuo. Rechazan echar de nuevo el freno al calendario de la desescalada -la última y cuarta fase se aplazó del 21 de junio al 19 de julio- aunque la ola de la variante delta (detectada inicialmente en India) no ha alcanzado su pico de infección y los casos se están duplicando cada nueve días, según el asesor científico del Gobierno, Patrick Vallance.
 
100.000 CONTAGIOS DIARIOS
 
Para esa jornada,  el bautizado "día de la libertad" y la relajación de las restricciones, la media de positivos de covid sobrepasará los 50.000 en Inglaterra, según adelantó el primer ministro. Javid añadió este martes que los contagios pueden dispararse a 100.000 por día al entrar en el "terreno desconocido" de la convivencia con el virus sin reglas de distanciamiento social ni la obligación de llevar mascarilla en tiendas, museos y transporte público, entre otros interiores, ni la orden de trabajar en casa cuando sea posible.
 
Para el líder laborista, Keir Starmer, la reapertura propuesta por Johnson en pleno rebrote de la pandemia es una "impudencia". "Necesitamos mantener las protecciones fundamentales, incluidas las mascarillas, la ventilación y, crucialmente, las pagas adecuadas para los que necesitan autoaislarse", instó.
 
El Gobierno confirmó horas después que eliminará, en agosto, el requisito de cuarentena de diez días para los contactos estrechos con positivos que estén vacunados con dos dosis o sean menores de 18 años. También se anticipa la abolición del autoaislamiento para los viajeros que regresen de "países ámbar", entre ellos, España.
 
CONFUSIÓN Y MIEDO
 
"Estos cambios precipitados crearán un confuso cóctel de consejos", denunció por su parte, Jon Richards, adjunto a la secretaria general de UNISON, uno de los dos grandes sindicatos del Reino Unido. El propio Johnson señaló el día anterior que se pondrá la mascarilla en espacios cerrados atestados, pero se la quitaría al entrar en un vagón casi vacío del metro de Londres.
 
"Eliminar de golpe la mayoría de las precauciones no contribuirá en nada a reasegurar a los miles de pasajeros que están a punto de regresar a sus lugares de trabajo en medios de transporte abarrotados de gente", protestó el dirigente sindicalista.
 
El público parece reacio a la liberación total mientras el coronavirus mantenga su trayectoria ascendente. Así, según un sondeo de YouGov, el 71 por ciento de británicos cree que el uso de mascarilla debe ser obligatorio en el transporte público. A su vez, la empresa Savanta ComRes sugiere que el 52 por ciento se opone a eliminar dicho requisito, frente al 31 por ciento que secunda su abolición legal.
 
MURO DE VACUNADOS
 
Johnson justifica el riesgo de la reapertura absoluta de Inglaterra en el avance del programa de vacunación. El 64,3 por ciento de la población adulta del Reino Unido había completado la pauta recomendada para el 5 de julio y el Servicio de Sanidad prevé vacunar con dos dosis a todos los mayores de 18 años antes de octubre.
 
"Paso a paso, inyección tras inyección, estamos remplazando la protección temporal de las restricciones con la protección a largo plazo de las vacunas", dijo en el Parlamento el recién estrenado ministro de Salud. El Gobierno aún no ha decidido si incluirá a los niños en el "muro de protección" de vacunados contra el covid-19, que está "construyendo" en las cuatro naciones británicas.
 
 
Con información de Sputnik