El ministro de Obras Públicas de Bolivia, Édgar Montaño, anunció el miércoles que ha convocado a las empresas Joca, de España, y Molinari, de Suiza, para que den explicaciones sobre el atraso del proyecto de tren urbano de Cochabamba (centro), el primero de su tipo en el país.
"He convocado a los propietarios de estas empresas contratistas, a la ciudad de La Paz, el día de mañana (jueves), porque no se van a hacer la burla del pueblo cochabambino, ni menos de nuestro Gobierno", dijo Montaño, citado en un boletín de su oficina.
El sistema de transporte ferroviario eléctrico de Cochabamba fue adjudicado en 2017 por el Gobierno de Evo Morales (2006-2019) al consorcio Joca-Molinari, por 447 millones de dólares, y debía estar concluido en 2020.
Tras la crisis política de Bolivia, desatada a fines de 2019, el nuevo Gobierno presidido por Luis Arce regularizó a principios de este año los pagos al consorcio pero las obras avanzaban muy lentamente y persistían las quejas de subcontratistas por falta de pagos, según medios locales.
Montaño dijo que Joca-Molinari se comprometió a finalizar dos de las tres líneas del sistema hasta septiembre, mes de la fiesta cívica de Cochabamba, pero las protestas de empresas que prestan servicios al consorcio provocaban temores de que ese plazo no se cumpla.
"Hay un compromiso de los empresarios de Joca Molinari de que nos tienen que entregar la línea roja y la línea verde habilitadas; están todavía a tiempo; si ellos no saben manejar a los subcontratistas y no les pagan, es problema de ellos, pero obviamente vamos a tomar las acciones correspondientes", señaló.
La red urbana cochabambina, que vinculará a seis municipios, está diseñada con 43 estaciones a lo largo de sus 42 kilómetros de longitud.
Con información de Sputnik