Miguel Fernández Martínez
 
Tanto va el cántaro a la fuente… hasta que se descubre que muchas de las noticias sobre Cuba que corren en estos días en redes sociales, e incluso en importantes medios de comunicación internacionales son falsas, manipuladas o sacadas de contexto, lo que alimenta la tesis de que los disturbios ocurridos en la isla el pasado 11 de julio fueron parte de una operación encubierta de desestabilización.
 
 

tropas Cuba

 

 
Desde "asegurar" que el expresidente Raúl Castro había huido a Venezuela, pasando por las "dimisiones" de generales, la "toma" de ciudades y plazas públicas, el "secuestro" de líderes comunistas, o la "muerte" de un sinnúmero de personas, las redes sociales y las principales planas de honorables medios las distribuyeron, sin el menor índice de contraste o confirmación, y se hicieron eco de las populares y dañinas "fake news" que tanto abundan en estos tiempos.
 
Aun cuando muchos de los manifestantes que participaron de las protestas callejeras en La Habana y otras ciudades del país defendían legítimos reclamos, la manipulación de estos actos por operadores externos contribuyó a descalificarlos, y a generar una abierta violencia entre protestantes, incluido un sector marginal que aprovechó la coyuntura para delinquir, y las fuerzas del orden.
 
Un muerto, decenas de heridos, más de un centenar de arrestos, y una buena cantidad de personas a la espera de ser presentadas ante los tribunales de justicia, fue el resultado de un reclamo justo, que sirvió de pretexto para quienes dentro y fuera de la isla no escatiman esfuerzos por provocar un estallido social que derrumbe al Gobierno y a sus instituciones.
 
DE MENTIRAS, FALSEDADES Y OTROS TEMAS
 
Una de las primeras fake news que se diseminaron por redes y medios fue el anuncio de que el expresidente Raúl Castro (2008-2018) había huido de Cuba; unos decían que rumbo a Venezuela y otros a Galicia, España, usando como "argumento" una foto del líder descendiendo de la escalerilla de un avión a su llegada a Costa Rica, para participar en III Cumbre de la CELAC en 2015.
 
Por su parte, el diario español ABC publicó en sus páginas la "dimisión" de un general cubano, viceministro del Interior, supuestamente por desacuerdos con las medidas adoptadas para frenar las manifestaciones y las acciones de vandalismo, que también fue desmentida públicamente por la cancillería del país caribeño.
 
Otra de las fotos más comentadas fue una que pareció por estos días en redes sociales con un texto fechado el 11 de julio: "el malecón de La Habana en estos momentos. Miles de cubanos siguen llegando para reclamar democracia", insistía el pie de la gráfica… hasta que la verdad afloró y se comprobó que la instantánea había sido tomada en la ciudad egipcia de Alejandría, durante una manifestación el 11 de febrero de 2011.
 
Otra foto, identificada como "un niño cubano acaba de ser violentamente atacado por las fuerzas comunistas de Cuba", también el 11 de julio, resultó ser una imagen publicada ¡tres días antes!, el 8 de julio, después de un tiroteo sucedido en el barrio "Cota 905", en Caracas, capital de Venezuela.
 
Otro mensaje aparecido en redes sociales y asociado a las manifestaciones en La Habana expresaba: "Cuba despertó ¡Abajo la dictadura! ¡Abajo el comunismo! ¡Libertad para Cuba! #SOSCuba", acompañado de una fotografía donde se ve a un joven encapuchado y con la cara tapada, arrojando una botella incendiaria, mientras tras él se observa una pared con la fotografía del legendario guerrillero cubano-argentino Ernesto "Che" Guevara y la frase "No más comunismo".
 
Después se supo que la imagen, del fotógrafo estadounidense David McNew, se tomó el 30 de mayo de 2020 en Los Ángeles, California, en EEUU, durante las protestas por el asesinato del afroamericano George Floyd.
 
Varios medios de prensa también emplearon fotos de las marchas en apoyo al Gobierno cubano que se manifestaban contra el bloqueo que impone EEUU a la isla, como si correspondieran a los reclamantes que criticaron a las autoridades.
 
A su vez, se dieron noticias falsas anunciando la "toma" del edificio del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) y de la emisora radial nacional Radio Progreso, ambas instituciones en La Habana, y se "denunciaron" las supuestas muertes a manos de las fuerza del orden público de varios ciudadanos, entre ellos de Juan Carlos Charón, en Santiago de Cuba, quien poco después apareció en las redes quejándose porque su imagen había sido manipulada por personas inescrupulosas.
 
También se difundieron noticias acerca de apagones eléctricos y cortes del suministro de agua durante la duración de las protestas, la supuesta "caída" de la ciudad de Camagüey (este) en manos de los manifestantes a quienes se habían "unido" la policía y el ejército, e incluso del supuesto "arresto" del primer secretario del Partido Comunista en Camagüey, Ariel Santana, quien apareció poco después en la televisión nacional, cuando en realidad lo que ocurrían eran multitudinarias manifestaciones en respaldo a la Revolución cubana
 
Esta vez, las redes sociales de Facebook, Twitter, Instagram, WhatsApp, entre otras, sirvieron como plataformas para desinformar, manipular la opinión pública, e intentar subvertir el orden interno de la isla caribeña, un propósito que nunca ha dejado de estar en la agenda de la Casa Blanca, que lleva 62 años esperando ver desplomarse a la Revolución en Cuba, aunque sea con la fuerza demoledora de las fake news. 
 
 
Con información de Sputnik