Hace frente a las críticas de la ONG que en lugar de defender a las víctimas defienden los derechos de los agresores
El gobierno del presidente salvadoreño Nayib Bukele,continúa asestando duros golpes a las estructuras criminales y en los 22 días del régimen de excepción y uno fuera de este periodo han sido capturados 13,573 miembros de estos grupos delictivos.
La Policía Nacional Civil (PNC) detalla que solo el Domingo de Resurrección fueron arrestados un total de 506 pandilleros en diferentes lugares del país, quienes aterrorizaban a la gente que por razones de trabajo visitan, diaria o periódicamente, los barrios y colonias de varios municipios del gran San Salvador y del interior del país.
Entre los capturados hay varios cabecillas de grupos terroristas, como Carlos Alberto Chávez Flores, palabrero en la colonia La Coruña 2, de Soyapango, así como Nelson Ricardo Hernández Martínez, alias el Picor, que tenía la asignación de gatillero en el mismo sector; así como Wilfredo Hernández Ramírez, alias Demente o Pleito, peligroso terrorista con un largo historial de asesino, que atacaba en el municipio de San Pedro Perulapán, departamento de Cuscatlán.
En lo que va del régimen de excepción, a más de 5,000 pandilleros capturados se les ha decretado instrucción formal con detención provisional, y la mayoría de ellos y del resto de los más de 13,000 son acusados de homicidio agravado, extorsión, agrupaciones ilícitas, robo, organizaciones terroristas, por lo que les esperan condenas de entre 30 y 45 años de prisión.
Bukele arremete contra las ONG, medios y partidos por estar detrás del “derramamiento de sangre” del pueblo salvadoreño
Nayib Bukele acusa a las ONG, medios y partidos de estar detrás del “derramamiento de sangre” en su cuenta oficial de Twitter.
“Una consecuencia de que toda esa gente, ONG, medios, partidos políticos y hasta gobiernos 'amigos' hayan salido a defender a los pandilleros… es que ahora el pueblo salvadoreño está claro de quiénes han estado detrás del derramamiento de sangre de sus familiares y amigos”, reza el texto.
El pasado 25 de marzo se contaron 14 muertes violentas. Un día después contabilizó un total de 62 homicidios, siendo la jornada más violenta desde que finalizó la guerra civil de El Salvador, que tuvo lugar entre 1980 y 1992.
Estos hechos determinaron que la Asamblea Legislativa salvadoreña decrete un régimen de excepción de 30 días con el objetivo de frenar el “incremento desmedido” en el número de asesinatos adjudicados a las pandillas, que forma parte de una nueva estrategia de seguridad pública del Gobierno.
Bukele asegura que, en total, se han arrestado 10.094 “terroristas” en apenas 17 días, incluido Edwin Rodolfo Jiménez, alias 'Peludo', señalado por el mandatario como un “ranflero”, es decir, “uno de los 15 líderes nacionales de la MS-13”, nombre con el que se conoce al grupo delictivo Mara Salvatrucha. Según la Policía Nacional Civil (PNC), se trata de “un peligroso líder de estructura terrorista” a nivel local, “responsable del incremento de homicidios durante los últimos días en el país”.
Nayib Bukele
13,573 terroristas en solo 24 días. Seguimos… #GuerraContraPandillas
Finalizamos el lunes 18 de abril con 487 terroristas arrestados por nuestros agentes y con el apoyo de la @FUERZARMADASV. El total de capturas desde que inició la #GuerraContraPandillas es de 13573.
Bukele aseguró que las condiciones carcelarias van a empeorar, pues pese al aumento en el número de presos, no se aumentarán las porciones de alimentos para los reos.
La lucha contra el crimen y el terrorismo del mandatario tiene de opositores a varias ONG, como Amnistía Internacional que aduce que se trata de ·una medida que viola los estándares internacionales” y que el estado de excepción “suspende derechos humanos que no pueden ser restringidos bajo ninguna circunstancia”, por ejemplo, el derecho a la defensa legal de las personas detenidas y el derecho a ser informado de las razones por las que ha sido arrestada.
Se sumó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) asegurando que “las medidas anunciadas en cárceles constituyen políticas de carácter represivo”. También pidió al Estado “revertir urgentemente todas las medidas que pongan en riesgo la vida e integridad de las personas que están bajo su custodia”.
Bukele arremetió contra la CIDH asegurando que defienden a los pandilleros y no han dicho ni una sola palabra sobre las víctimas de esos asesinos. “Queda claro de que lado están”, manifestó. Posteriormente, acusó a las pandillas de ser el “brazo armado” de las ONG de defensa de los derechos humanos, la comunidad internacional, los partidos opositores, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y los periodistas de la Open Society (del magnate George Soros), entre otros.
Las ONG se comportan igual que en el Perú
En el Perú las ONG también defienden los derechos de los delincuentes, como los venezolanos que llegaron a delinquir. Ellos ayudaron al aprofujimorismo y a los izquierdistas a atizar la inmigración venezolana y su preocupación fue alimentarlos, cobijarlos y defenderlo, sin embargo nunca han ayudado a las víctimas ni a los deudos de estos criminales, ya sea que hayan sido asesinatos, descuartizamientos, secuestros, asaltos que se cuentan a diario por miles, agresiones que dejaron discapacitados, y por supuesto toleran muy bien a los proxenetas venezolanos.