Los verdaderos rusos no se avergüenzan de su país, sin importar lo que pase, declaró el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
"Un verdadero ruso nunca se avergüenza de ser ruso", dijo Peskov, comentando el lema 'avergonzado de ser ruso' que se propaga por el mundo en relación con la operación militar que lleva a cabo Rusia en Ucrania.
Según el vocero, si alguien se expresa en esos términos, no se puede considerar un ruso.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció el 24 de febrero el lanzamiento de una "operación militar especial" en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al "genocidio" por parte de Kiev.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es "la desmilitarización y la desnazificación" de Ucrania.
El mandatario ruso pidió a uniformados y civiles en Ucrania que no opongan resistencia a esa operación, y advirtió de que Rusia responderá de inmediato a cualquier fuerza externa que le amenace o se ponga en su camino.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo el 7 de marzo que Rusia podría parar la operación "al instante" si Ucrania se pliega a sus condiciones, entre las que mencionó garantías constitucionales de neutralidad, así como el reconocimiento de las repúblicas del Donbás y de la soberanía rusa sobre Crimea.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.
Del 24 de febrero al 9 de marzo, las hostilidades en Ucrania causaron la muerte de al menos 549 civiles y dejaron heridos a otros 957, según la ONU. La mayoría de estas víctimas, cuya cifra real podría ser mucho más alta, son resultado de bombardeos de artillería y ataques aéreos. Más de dos millones de ucranianos buscaron refugio en los países vecinos.
Numerosos países condenaron la operación militar que Rusia lanzó en Ucrania el 24 de febrero pasado y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que buscan infligirle a la economía rusa el mayor daño posible.
Cientos de empresas anunciaron desde finales de febrero la decisión de suspender sus negocios en y con Rusia.
Por vez primera, las sanciones incluyen la desconexión parcial de Rusia del sistema SWIFT, la inmovilización de las reservas internacionales de su Banco Central y, en el caso de países como EEUU y Reino Unido, el embargo sobre la importación de petróleo ruso.
Con información de Sputnik