El Ministerio de Defensa de Rusia calificó como crimen de guerra el bombardeo perpetrado por Kiev este lunes con un misil balístico táctico Tochka-U contra el centro de la ciudad de Donetsk, en el que murieron 20 civiles y 35 personas resultaron hospitalizadas.

 

Igor Konashenkov 3

 

"El uso de este tipo de armas en una ciudad donde no existen puestos de tiro de las Fuerzas Armadas, es decir, deliberadamente contra la población civil, es un crimen de guerra", dijo el portavoz del ministerio Ígor Konashénkov.

Según el también mayor general, "el equipamiento de la ojiva del misil táctico Tochka-U con munición en racimo muestra que el propósito del ataque de los nacionalistas en la ciudad era matar a la mayor cantidad de civiles posible".

El vocero de Defensa especificó que el ataque "se realizó desde el noroeste, desde el área de la ciudad de Krasnoarméisk (también conocida como Pokrovsk), controlada por unidades nacionalistas ucranianas".

Donetsk y Lugansk, territorios que se independizaron de Ucrania en mayo de 2014, pidieron asistencia militar a Moscú para frenar los bombardeos de Kiev que, según ambas repúblicas, se intensificaron desde mediados de febrero.

El 24 de febrero, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció una "operación militar especial" en el territorio de Ucrania y el Ministerio de Defensa ruso aseguró que los ataques militares no van dirigidos contra ciudades ucranianas ni ponen en peligro a la población civil, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.

Tras el inicio de la operación militar, Ucrania rompió las relaciones diplomáticas con Rusia, impuso la ley marcial en todo el territorio nacional, además del toque de queda en algunas ciudades, y decretó la movilización general.

Numerosos países condenaron en términos enérgicos la intervención de Rusia en Ucrania y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales, que en un caso sin precedentes, se extienden al presidente ruso y al ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov.

 

Con información de Sputnik