Kazajistán se ha ofrecido a actuar como mediador y escenario neutral de un proceso negociador que facilite una salida al conflicto desatado entre Rusia y Ucrania, cuyo impacto se resiente en el país centroasiático, según admite su embajador en Reino Unido, Erlan Idrissov.

 

Kazajistan Nur Sultan

 

"Kazajistán en una víctima colateral de la crisis en Ucrania", señaló el diplomático en un encuentro con medios extranjeros, incluido Sputnik, en la embajada de Londres. El desarrollo económico e industrial del vasto Estado centroasiático, rico en recursos naturales y fronterizo con Rusia y China, sufrió una severa sacudida con la violenta revuelta del pasado enero y corre riesgo de ralentizarse por el efecto dominó de la operación militar del Kremlin contra Ucrania.

AMPLIAR EL CERCO DE SANCIONES

Parlamentarios británicos abogan por incluir a Kazajistán en el cerco de nuevas sanciones que el gobierno de Boris Johnson ha decretado contra individuos y entidades de Rusia y Bielorrusia. Entre ellos, la diputada Margaret Hodge se amparó en la inmunidad parlamentaria e identificó a una veintena de millonarios kazajos –familiares en su mayoría del anterior presidente Nursultan Nazarbayev- que, según propuso en la Cámara de los Comunes, deberían ser penalizados por presuntas acciones de corrupción en su país y blanqueo de capitales en Londres.

La misma diputada instó a la canciller Liz Truss a extender las penalizaciones a "jurisdicciones, como Kazajistán, que apoyan a Putin". La tibia respuesta de la ministra dio pie a una reprimenda verbal por parte de la cancillería kazaja, que llamó a consultas a la embajadora de Reino Unido, Kathy Leach.

El embrollo se resolvió en una reunión audiovisual entre altos cargos ministeriales de ambos países y la diplomática británica. "En este momento de la crisis, el foco del Gobierno del Reino Unido apunta claramente a países, como Rusia y Bielorrusia, que han violado la ley internacional y son responsables de una guerra que está causando incontables vidas en Ucrania", reconoció Leach en su cuenta de Twitter.

En el encuentro con el grupo reducido de periodistas, el embajador Idrissov se refirió también a la "autocensura" de operadores, en puertos británicos y de la Unión Europea, que se resisten a descargar mercancías procedentes de Kazajistán. La depreciación del rublo destaca, además, entre las causas fundamentales del "daño colateral" que está causando el pulso militar del presidente ruso, Vladímir Putin.

CONFLICTO FRATRICIDA

"La crisis nos ha puesto en una situación muy difícil. ¿Cómo vamos a elegir entre dos hermanos, Rusia y Ucrania?", cuestiona Idrissov. El diplomático desea que prevalezcan el "raciocinio y la moralidad" en la contienda fratricida entre Estados que fueron miembros, con Kazajistán, de la gran familia de repúblicas de la URSS.

"Tenemos experiencia y capacidad para actuar de mediadores en la búsqueda de la paz. Kazajistán está listo para ofrecerse a moderar la negociación en territorio neutral. Puede desempeñar un papel crucial", explicó al reducido número de periodistas británicos y extranjeros.

Unos 300.000 ucranianos residen en el país centroasiático, que ha adoptado una política de puertas abiertas a los que tratan de escapar de los bombardeos. "Más cercana a la posición de la UE que a la del Reino Unido", puntualiza el embajador. La idea, según explica, es facilitar la entrada de refugiados con conexiones familiares en Kazajistán. Más de tres millones de personas, mujeres y niños en su mayoría, han abandonado Ucrania en las últimas tres semanas, según la ONU.

INJERENCIA EXTRANJERA

El diplomático comentó al mismo tiempo los puntos esenciales del programa de reforma política, que anunció el presidente Kassym Jomart Tokayev en el discurso a la nación, el 16 de marzo.

Respecto a la investigación de los graves incidentes de enero, corroboró que los indicios apuntan a la "intervención extranjera", de mercenarios profesionales. "El presidente dijo que fue un intento de derrocar al gobierno, un golpe de Estado", afirmó Idrissov.

Altos oficiales de seguridad están bajo sospecha de participar en la violenta maniobra política, que comenzó como una protesta cívica contra la carestía de la energía, según explicó el embajador en su legación de Londres, ubicada a corta distancia de la plaza de Trafalgar.

 

Con información de Sputnik