Las sanciones de Occidente impuestas contra Rusia no tienen nada que ver con Ucrania, sino demuestran el deseo de EE. UU. de dominar el mundo, declaró el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
"Todo eso (sirve) para eliminar a Rusia como obstáculo en el camino hacia la construcción de un mundo unipolar, (...) no se trata de Ucrania, sino del orden mundial en el que EE. UU. quiere ser el único soberano y dominante", dijo Lavrov durante su discurso ante estudiantes y profesores del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú.
Numerosos países occidentales empezaron a endurecer las sanciones contra Rusia después de que el presidente, Vladímir Putin, reconociera el 21 de febrero las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk como Estados soberanos y tres días más tarde lanzara una "operación militar especial" en Ucrania, alegando que ambas repúblicas solicitaron ayuda frente a la agresión de Kiev.
En un caso sin precedentes, las restricciones individuales se extendieron al propio Putin y al ministro de Exteriores ruso Lavrov.
Las sanciones sectoriales, con el objetivo de infligirle a la economía de Rusia el mayor daño posible, incluyen la desconexión parcial del país del sistema SWIFT, la paralización de las reservas internacionales de su Banco Central y el cierre del espacio aéreo para las aerolíneas.
Según Putin, la operación militar rusa en Ucrania solo es una excusa para nuevas sanciones antirrusas, que hace mucho tiempo se convirtieron en "una estrategia consciente a largo plazo" de los países occidentales.
Con información de Sputnik