El Gobierno de Turquía desestimó la posible transferencia de sus avanzados sistemas antiaéreos S-400 al régimen ucraniano, en plena operación de Rusia para desmilitarizar a ese país.

 

S 400 rusos

 

"Esa idea (de entregar los S-400 a Ucrania) es irreal, pero da la oportunidad de abordar los problemas que tuvieron Turquía y los países occidentales en los últimos años", indicó el portavoz de la Administración turca, Fahrettin Altun, al periódico The Wall Street Journal.

Según varios medios estadounidenses, el Gobierno de Joe Biden propuso informalmente a Turquía a principios de marzo enviar los S-400 a Ucrania.

Altun recordó que antes de comprar a Rusia los avanzados sistemas S-400, su país trató infructuosamente de adquirir baterías similares en Estados Unidos.

"Tras la negativa de Estados Unidos las amenazas que enfrentaba Turquía no desaparecieron por arte de magia. Ante esa situación, tuvimos que buscar sistemas alternativos. Incluso el anterior presidente Donald Trump lo reconoció cuando estaba en el poder. En ese momento se le negó a Turquía la posibilidad de adquirir las baterías Patriot", señaló.

Turquía, remarcó, "hasta ahora no olvida como nuestros aliados (de la OTAN) retiraron de nuestro país los Patriot en un momento en el que las relaciones turco-rusas eran tensas en extremo".

Debido a esa experiencia, añadió, "el pueblo turco no cree más en las promesas extraoficiales de Occidente respecto a las baterías Patriot".

Altun cuestionó también la exclusión de su país del programa de los aviones F-35 por "motivos políticos".

"El restablecimiento de las relaciones requiere medidas para afianzar la confianza y no promesas informales (...) Lo que Occidente debe hacer ahora es suministrar aviones de combate F-35 y baterías Patriot a Turquía sin condicionamientos de ningún tipo", enfatizó.

Turquía, pese a las amenazas de Washington, firmó en diciembre de 2017 un contrato con Rusia para la compra de los S-400 por un valor de 2.500 millones de dólares.

El país otomano recibió en 2019 el primer lote del S-400 (SA-21 Growler en la clasificación de la OTAN), capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos.

Con un alcance de hasta 400 kilómetros, el sistema puede abatir blancos a alturas de hasta 30 kilómetros.

Rusia inició el 24 de febrero una operación especial para "la desmilitarización y la desnazificación" de Ucrania, en respuesta a las solicitudes de asistencia de las repúblicas de Donetsk y Lugansk para defenderse de los ataques cada vez más intensos de las tropas ucranianas.

Los dos territorios denunciaron que Ucrania incrementó los bombardeos desde mediados de febrero contra Donbás tras recibir toneladas de armas de Estados Unidos y otros países de la OTAN.

Donetsk y Lugansk se independizaron de Ucrania en mayo de 2014 tras no reconocer a las nuevas autoridades que resultaron del golpe de Estado producido en Kiev en febrero de ese mismo año.

 

Con información de Sputnik