El papa Francisco consagró este viernes a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María y pidió que terminen las hostilidades, durante la Celebración de la Penitencia.

 

Francisco 12

 

“Deseo solemnemente llevar al Corazón inmaculado de María todo lo que estamos viviendo; renovar a Ella la consagración de la Iglesia y de la humanidad entera y consagrarle, de modo particular, el pueblo ucraniano y el pueblo ruso, que con afecto filial la veneran como Madre”, dijo Francisco.

En sus palabras, este gesto refleja "la plena confianza de los hijos que, en la tribulación de esta guerra cruel e insensata que amenaza al mundo, recurren a la Madre, entregándose totalmente a Ella".

Los obispos católicos del mundo entero llevaron a cabo el mismo ritual, cumpliendo la solicitud que el pontífice les dirigió este lunes.

En su carta, el obispo de Roma les indicó que el conflicto en Ucrania es una amenaza para la paz en todo el planeta.

"Nos hemos desviado del camino de la paz. Hemos olvidado las trágicas lecciones del siglo pasado, de los millones de personas que murieron en las guerras mundiales", escribió Francisco.

En su opinión, "no hemos estado a la altura de los compromisos que hemos contraído como comunidad de naciones y de las aspiraciones de los pueblos y los jóvenes. Hemos sido cegados por la codicia, aislados en nuestro interés nacional, atrapados por el frío de la indiferencia y paralizados por el egoísmo".

 

Con información de Sputnik