Tomás Lobo
El ingeniero José María Figueres apuesta a su veteranía política y actitud concertante para luchar nuevamente por la presidencia de Costa Rica como candidato del opositor Partido Liberación Nacional (PLN, centro) en el balotaje del próximo 3 de abril.
De hecho, en su último debate contra el economista Rodrigo Chaves, su rival en segunda vuelta, Figueres insistió en que tiene la experiencia para "rescatar" al país que ya gobernó entre 1994 y 1998.
Confía, además, en haber sido el candidato más votado en la ronda inicial, el pasado 6 de febrero, aunque su 27,4 % de apoyo fue insuficiente para asegurar el triunfo en unos comicios en los que casi el 60 % del padrón no votó.
"He estado en gobierno y no necesito llegar a aprender, porque el país necesita de la experiencia, de la capacidad, de los equipos de hombres y mujeres, y de los contactos internacionales para poder ser rescatado de esta crisis en que nos han metido", aseveró el exmandatario.
Sin embargo, las más recientes encuestas de intención de voto favorecen a Chaves, con todo y el lastre de las acusaciones de acoso sexual que forzaron, presuntamente, el fin de su larga carrera como funcionario del Banco Mundial.
Eso, sin embargo, no parece quitarle el sueño a un político de raza, elocuente y con la sagacidad para sacar partido incluso de los ataques en su contra.
APELLIDO DE PESO
El hijo del caudillo liberacionista José Figueres Ferrer cuenta con una vasta trayectoria política, que incluyó la dirección de los ministerios de Comercio Exterior (1986-1988), Agricultura y Ganadería (1989-1990), amén de la Presidencia de la República de 1994 a 1998.
A la administración Figueres le cuestionaron la implementación de polémicas medidas, como la liberalización bancaria, el cierre de múltiples instituciones estatales, la reforma a la Ley de Pensiones y la aplicación de planes de ajuste estructural.
Al terminar su mandato creó la Fundación Costa Rica para el Desarrollo Sostenible, que fomenta la incorporación y el uso de nuevas tecnologías para mejorar la calidad de vida en las sociedades latinoamericanas, y luego fundó el Consorcio de Naciones Digitales.
En 1999, el entonces secretario general de Naciones Unidas, el ghanés Kofi Annan (1938-2018), lo invitó a presidir un grupo de trabajo sobre tecnologías de la información y la comunicación (TIC), y al año siguiente fue nombrado director ejecutivo del Foro Económico Mundial.
Además, ha integrado diversas juntas directivas en el ámbito ambiental, entre ellas el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, siglas en inglés), y actualmente es miembro del grupo de trabajo del Liderazgo Global para la Acción Climática.
También fungió como consultor internacional y llevó las riendas del PLN como principal fuerza opositora durante el Gobierno de Luis Guillermo Solís (2014-2018).
Justo en 2018 intentó postularse para la presidencia, pero cayó en las primarias partidistas: el PLN ni siquiera llegó entonces a segunda ronda, en la que se impuso Carlos Alvarado, para un segundo período al hilo del Partido Acción Ciudadana (PAC, centroizquierda).
SOMBRAS EN SU PASADO
Su formación militar en la academia de West Point, Estados Unidos, así como los rumores sobre su presunta filiación a la secta Ciencia Cristiana, ya desmentidos, sirvieron para atacar una y otra vez a Figueres.
Otra sombra en su vida fue un supuesto soborno de 900.000 dólares que recibió de la compañía francesa Alcatel, que lo obligó a renunciar a su cargo en el Foro Económico Mundial, aunque alegó que dichos fondos fueron cobrados en concepto de consultorías.
"Parte de la novela urbana es que yo estuve 10 años afuera del país, para que prescribiera una supuesta pena, que nunca existió, porque nunca hubo juicio, ni juzgado, ni fiscal que me llamara", declaró al respecto Figueres al espacio Café Política, del Canal 7.
El exmandatario dijo que al regresar a Costa Rica rindió cuentas ante una comisión del Congreso, pero reconoció que no acudió antes para evitar un linchamiento político, algo frecuente a inicios del siglo XXI en su país.
¿QUÉ PROPONE AHORA?
A sus 67 años, Figueres ha prometido que, si gana la presidencia de la República, promoverá una gestión inclusiva, que respete los derechos de las mujeres y las minorías, fomente la protección del ambiente, y reduzca el desempleo, la pobreza y la explotación de hidrocarburos.
Planea además generar unos 200.000 puestos de trabajo en sus dos primeros años de gestión, para empezar la recuperación de una economía azotada por la pandemia de covid-19, y frenar un desempleo que afecta principalmente a la juventud.
"Para ello, vamos a ayudar a la producción nacional, con un gobierno amigable, que no ponga piedras en el camino y que quite trámites para que las cosas sean fáciles", afirmó Figueres, que denominó 911 (número telefónico de emergencias) a su programa de gobierno.
También se propone bajar unos índices de pobreza enquistados en la sociedad casi desde sus años previos en el poder, aunque descartó de momento reducir el aparato estatal, como hizo en su presidencia, sobre todo porque el desempleo afecta actualmente a 350.000 costarricenses.
A su vez, defiende la creación de alianzas público-privadas, invertir fondos de pensiones en obras públicas y crear infraestructura sostenible.
Con información de Sputnik