Estados Unidos y sus aliados ejercen presiones contra los países de América Latina para que se sumen a las sanciones contra Rusia, denunció el director del departamento de América Latina del Ministerio de Exteriores, Alexandr Schetinin.
"América Latina está bajo enormes presiones del 'Occidente colectivo' que utiliza para ello todo un arsenal de herramientas como influencia política, promesas económicas y chantaje", declaró Schetinin en una entrevista con Sputnik.
Al mismo tiempo, Washington y sus aliados "no se preocupan por las consecuencias socioeconómicas globales de las sanciones impuestas contra Rusia, en particular en los sectores energético, financiero y alimentario", destacó el diplomático.
Numerosos países condenaron la operación militar que Rusia lanzó el pasado 24 de febrero para "desmilitarizar" y "desnazificar" Ucrania y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que buscan infligirle a la economía rusa el mayor daño posible.
Por primera vez, las sanciones incluyen la desconexión parcial de Rusia del sistema SWIFT, la inmovilización de las reservas internacionales de su Banco Central y, en el caso de países como Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido y Australia, el embargo sobre la importación de petróleo ruso.
Decenas de empresas anunciaron desde finales de febrero la decisión de suspender sus negocios en y con Rusia.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, comentó al respecto que las compañías occidentales fueron presionadas para dejar de trabajar con Rusia, pero que este país solucionará todos los problemas económicas que le está creando EE. UU. y sus aliados.
El presidente Vladímir Putin advirtió que la política de contención y debilitamiento de Rusia es una estrategia a largo plazo de Occidente, y que las sanciones contra el país euroasiático han golpeado a la economía global y empeorado la vida de millones de personas de todo el mundo.
Con información de Sputnik